Mazda CX-30 - Presentación Internacional y Prueba en Arrancamos!?
El Mazda CX-30 se viste de gala en su presentación en Arrancamos!? tu canal referencia del mundo del motor en KZread. El que por lógica debería llamarse Mazda CX-4 y no puede porque los chinos han hecho la guerra por su cuenta, se presenta en sociedad con el diseño y la tecnología Skyactiv por bandera. Atentos a estas letras, va de motores: G, D y sobre todo, X, porque va a dar muuuuuuuucho que hablar.
Y es que, a pesar de que el Mazda CX-30 se vende de inicio con los motores atmosféricos de gasolina, 122 CV y diesel, 116, en poco más de un mes estará disponible un gasolina de 181 CV denominado Skyactive X, que aúna lo mejor de la gasolina y del diesel, con una potencia casi un 50% mayor que el otro motor gasolina, pero con consumos y emisiones no sólo dignos de un diesel, sino que podría batirle sin ningún problema. Pero para esto habrá que esperar.
En Girona, nos hemos puesto a los mandos de los dos primeros ya a la venta, el diesel de 116 y el gasolina de 122… y rebuscando mucho, apenas sí hemos encontrado puntos criticables, después de pasar el centenar de kilómetros con cada uno de ellos, por todo tipo de vías, en carreteras catalanas. Sin duda, un SUV medio con casi 4,40 metros de longitud que viene a contentar a aquellos a los que el CX-3 se les quedaba pequeño pero no podían llegar al CX-5 y a quienes éste le resultaba muy grande y caro, pero no pueden prescindir de buena habitabilidad y maletero.
Seguimos hablando con este Mazda CX-30 el lenguaje Kodo de diseño y seguimos con la percepción y el placer de conducción Jinba Ittai, con una calidad que, efectivamente, refrenda el mensaje de la marca, pues una y otra vez no cesan en compararse con las marcas Premium, sabedores que han dado un paso adelante en calidad y, sobre todo, en su percepción visual.
Además, para los que busquen tracción a las cuatro ruedas, los dos propulsores gasolina podrán contar tanto con la tracción AWD (por 2.000 euros más) y un cambio automático (por 2.800 euros más). Sin duda, el posicionamiento del vehículo en el mercado, el escalonamiento de las mecánicas y su rango de precios, desde 24.075 euros con promoción inicial el Skyactive G y desde 26.075 euros los Skyactive D y Skyactive X, aseguran, prácticamente, un éxito de ventas en la marca, que estiman serán de 9.000 unidades vendidas en nuestro país en su primer año natural de vida.
Un completo equipamiento de seguridad activa y pasiva, con detectores de fatiga con cámara de infrarrojos, o detector de tráfico delantero y asistente de tráfico y crucero, harán que conducir sea mucho más placentero. No faltan tecnologías inteligentes como la Skyactive-Vehicle Architecture, que da sentido y equilibrio a la estructura, combinado con el i-Activ AWD y el GVC Plus para controlar la distribución de par entre las ruedas delanteras y traseras y sentir la carretera de manera mejorada.
Es increíble ver y tocar este Mazda CX-30 de cerca y comprobar lo sinuoso de su carrocería, las caprichosas formas de sus grupos ópticos, sus líneas diseñadas con esmero, el concepto de Curva ‘Sori’ para esa ondulación del color en la carrocería que no es fruto de la casualidad, sino de muchas horas de pensamiento y concepción sin fatiga. Sin duda, nos ha convencido la unión del espíritu artesanal del concepto ancestral japonés y su fusión con las nuevas tecnologías, que beben de las raíces del país nipón.
De nuevo el Soul Red Crystal es el color fetiche para el lanzamiento, aunque los Machine Grey y Polymetal Grey también tienen su protagonismo y casan a la perfección con este diseño, que cuenta con una batalla para dotarlo de estabilidad de 2,65 metros.
En marcha, la rumorosidad es realmente baja, gran trabajo de insonorización. Quizá un poco de balanceo en la carrocería con motores diesel y una posición algo discutible de la pantalla del navegador, que sigue sin ser táctil y está algo lejana, serían sus puntos más criticables… pero poco más se le puede criticar, aparte de que los precios están quizá más cerca del hermano mayor que del menor, aunque también su calidad de acabados y percepción supera incluso al grande de la familia.
En la escala "Me lo compraría", y a falta de una prueba de las nuestras habituales -estamos como locos de comprobar si todo lo que nos han contado de la tecnología Skyactiv X es cierto- la nota del Mazda CX-30 es un 8,9. La estética tan conseguida y la suavidad de sus motores, que aseguraría dan más caballos de los que figura en la ficha -sobre todo el gasolina de 122-, nos impulsan a que, tras este pequeño contacto, le acerquemos a tope a un sobresaliente que, seguro, se gana en la prueba de larga duración habitual.
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