Diecinueve de abril del año de nuestro Señor, dos mil veinticuatro.
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Este olivo se encuentra en una de las dos parcelas de Los Llanillos, de nuestra finca «Minguillao», que mi abuelo Julio Matilla Pérez (q.e.p.d.) determinó replantarlas en el año 1975, poniendo olivos picuales de dos pies a un marco de plantación de 7 x 7 metros. Así que actualmente estos árboles tienen cuarenta y nueve años, y como podrá apreciar en las imágenes, tanto las calles transversales como las longitudinales se han ido estrechando tanto, que hace varios años comenzamos a dejarlos todos con un solo pie, para conseguir agrandar el espacio entre ellos, con el fin de que podamos transitar con los tractores y los aperos con mayor comodidad por las besanas, y los tratamientos que les realizamos con el atomizador al vuelo de los mismos, resulten más efectivos de lo que lo estaban siendo, a causa de que la excesiva proximidad de la mayoría de las ramas a las boquillas del mencionado apero, impedían que la pulverización se distribuyese homogéneamente por todas las copas de los olivos.
Únicamente solo fueron cuatro las parcelas en las que mi abuelo plantó a 7 x 7. Y afortunadamente, en el resto optó por el marco de plantación de 8 x 8 metros y con olivos de un solo pie. Es decir, únicamente 156 árboles por hectárea.
A medida que los árboles fueron aumentando su volumen, tanto él como mi padre, Cristóbal Matilla Serrano que falleció en el año 2021, fueron apreciando las ventajas que ofrece el marco de plantación de 8 x 8, con respecto al de 7 x 7. De manera que cuando también mi padre continuó replantando otras parcelas a partir del año 2003, en todas ellas aplicó el marco de 8 x 8 metros con olivos de un solo pie de las variedades hojiblanca, picuda y pajarera, que en tierras recias, expuestas al sol y con la pluviometría que recibe nuestra finca, soportan mucho mejor estas deficiencias. Ya que los olivos picuales, a los que nosotros continuamos denominando marteños, requieren para su óptimo desarrollo, tierras de excelente calidad y profundidad y la mayor cantidad posible de agua. De lo cual, nuestra finca carece.
Frente a la proliferación de plantaciones superintensivas, la principal exigencia a la que nuestro olivar tradicional deberá adaptarse para continuar siendo rentable, es la de su completa mecanización. Y puesto que desde el año 2018 estoy priorizando lograr este objetivo en el tiempo que he convenido con nuestros trabajadores José Luis Jiménez y Juan Campaña, los tres le agradecemos a mi padre y a mi abuelo que ambos coincidiesen en reconocerle muchas mas ventajas a las plantaciones de 8 x 8 metros. Ya que nuestra opinión, basada en todas las conclusiones obtenidas, radica en que el mayor espacio entre los olivos, permite desarrollar todos los trabajos con mejor eficiencia y maniobrabilidad y con mayor seguridad, comodidad, rapidez y eficacia.
Una de las valiosísimas virtudes que poseen tanto Juan Campaña como José Luis Jiménez, es la de ser dos excelentes taladores, lo que nos permite comenzar a realizar esta labor que es la más importante y trascendental de todas las que llevamos a cabo a lo largo de cada año, en la fecha que consideramos más adecuada. Siendo Juan Campaña el encargado de dedicar mucho más tiempo a ella, debido a que talar es el trabajo que más le gusta desempeñar.
Un año talamos la mitad de la finca y al año siguiente el resto. Y debido a ello, optamos por cortar todo cuanto sea necesario cortar, para impedir que los olivos críen ramas que acaben resultándoles más perjudiciales que beneficiosas.
Los criterios que tenemos establecidos son: reservar toda la madera del olivo de su exposición directa al sol, permitir que la luz llegue al mayor volumen posible del follaje del olivo y que el viento circule con facilidad por su interior, impedir el crecimiento excesivo de vástagos que resten salud y vigor al árbol, mantener la altura de copa que nosotros consideramos la adecuada para la recolección de las aceitunas y planificar con la debida antelación la sustitución de ramas viejas por ramas nuevas con igual o similar orientación, con el propósito de mantener permanentemente renovados tanto los olivos adultos como los centenarios.
Muchas gracias por visualizar este vídeo y que todo le vaya muy bien.
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