El mundo de Brenda cambió cuando nació su hija Alexa. Todo estaba bien hasta que el médico le dijo que Alexa no podía escuchar. Brenda se sorprendió y no pudo imaginar una "vida de silencio para su hija."
Brenda se sumergió en la investigación y se conectó con profesionales de la pérdida de audición para conocer las opciones para Alexa. Ella fue introducida a una tecnología llamada implantes cocleares. Brenda eligió obtener implantes cocleares para Alexa porque sentía que la tecnología le daba la mejor oportunidad para el futuro de su hija.
Un par de años más tarde, Brenda tuvo su segundo hijo, Kevin, quien también nació profundamente sordo. Esta vez, Brenda no dudó en seguir el proceso de conseguir implantes cocleares para ayudar a su hijo a escuchar. Brenda pasó por el proceso del seguro y trabaja diariamente con sus hijos para ayudarlos a practicar su audición y comunicación.
Brenda describe los beneficios de un implante coclear como inconmensurables. "Con sus implantes cocleares, no tienen límites ... pueden hacer lo que quieran."