Diseñado como un despacho, pero también como una pequeña galería de arte, la decoradora Susana Perancho ha planificado, en muy pocos metros cuadrados, un espacio funcional, con una decoración elegante y atemporal, que destila una sensación acogedora y de confort. La zona de trabajo propiamente dicha se ha revestido con paneles decorativos que imitan palillería de madera de nogal, con los que se obtiene un efecto excepcional, al alternar franjas estrechas y anchas. Aquí también ha colocado una mesa de oficina visualmente muy ligera y una librería baja con estanterías a distintas alturas para colocar libros, revistas, pequeñas piezas decorativas y una bandeja con cristalería. Para decorar las paredes de todo el espacio, la interiorista ha elegido obras pictóricas originales de distintos artistas, que destacan sobre el revestimiento vinílico de la pared, con textura de hilo. Una alfombra de lana, con un diseño que simula la veta del mármol, da continuidad y amplitud visual a todo el espacio.