UNA DESCONOCIDA MARAVILLA DE LA NATURALEZA: EL POZANCÓN DE ALPANDEIRE

En los límites del casco urbano de Alpandeire, junto a las últimas casas de la parte baja del pueblo, se ubica el Pozancón, un pozo natural de gran profundidad y unos veinte metros de diámetro a través del cual brota una ingente cantidad de agua en época de lluvias.
Gaspar Mena, maestro jubilado de la zona del Alto Genal, ha explicado que en el subsuelo de Alpandeire debe haber un inmenso caudal de agua, sea en forma de lago o de río subterráneo ya que, desde épocas remotas, los zahoríes coincidían en que existían todos los indicios para afirmar que bajo la tierra y las rocas sobre las que se asienta la localidad hay una enorme acumulación de agua.
El maestro ha apuntado que hoy en día se tienen los medios necesarios para extraer el agua y se conoce la riqueza de recursos hídricos que tiene el municipio, por lo que es prácticamente imposible que haya problemas para el abastecimiento futuro, incluso se aporta agua a dos pueblos vecinos y habría suficiente para abastecer a una ciudad, pero en las grandes sequías de los años 50 y 60, paradójicamente y debido al desconocimiento, sólo existía una pequeña fuente en Alpandeire en la que los vecinos incluso tenían que hacer cola para recoger unos cuantos litros de agua.
Según Mena, todo apunta a que el impresionante caudal que arroja el Pozancón proviene de la sierra de roca caliza situada al norte de Alpandeire, de más de 1.400 metros de altitud y conocida como Jarastepar, en la que debe existir un amplio y complejo sistema de grutas y simas interconectadas entre sí que serían las que encauzarían el agua hasta el Pozancón. En este sentido, se puede deducir que bajo este monumento natural hay un lago de enormes dimensiones y que, en un nivel inferior a este último, discurre un río subterráneo conectado con un sifón al lago, lo que provoca que cuando sube el nivel de las aguas del río estas lleguen con mucha presión hasta el lago superior que, incapaz de soportar tal caudal, eyecta las aguas con muchísima fuerza hasta el Pozancón, y este hacia el exterior.
Según ha matizado el maestro, cuando llueve con intensidad “el Pozancón se convierte en un volcán de agua, expulsando miles de litros por segundo”. Además, en las inmediaciones de este lugar existen otros nacimientos, como por ejemplo las Alfaguaras, situadas a unos 200 metros de distancia del Pozancón. Dentro del casco urbano del municipio, en las mismas calles de Alpandeire, también brota el agua del suelo en las Hediondas, las Alfaguarillas del Mudo o las Alfaguaras de la Casa Grande. Es imprescindible señalar que a un kilómetro escaso del Pozancón se encuentra otro paraje espectacular, un impresionante salto de agua de varias decenas de metros de altura que se alimenta de los abundantes caudales expulsados por el Pozancón y las Alfaguaras.
Llama muchísimo la atención a los vecinos que tras las lluvias, la gran cantidad de agua que se puede observar en los cauces externos de la parte baja del pueblo termina por desaparecer en muy poco tiempo, alrededor de dos días. Esto podría producirse, tal vez, a causa de que el agua vuelve a filtrarse bajo tierra. También se desconoce hacia donde puede dirigirse toda el agua que fluye bajo el municipio, ya que se ha comprobado que el caudal no desemboca en ningún río o arroyo de la zona.
Para finalizar, Gaspar Mena también ha reconocido que, pese a las suposiciones, el intrincado subsuelo de Alpandeire es totalmente desconocido, al igual que los niveles inferiores del Pozancón. Hace un tiempo un grupo de espeleólogos intentó averiguar qué esconde y cómo se surte de agua esta impresionante maravilla natural pero se vieron obligados a abandonar la expedición debido al altísimo riesgo y la peligrosidad que entrañaba el estudio. El maestro confía en que en un futuro, y con la ayuda de nuevos avances tecnológicos, se pueda determinar con exactitud qué existe bajo el municipio de Alpandeire.

Пікірлер