La Venta San Juan se sitúa en el corazón del Valle del Genal, en un lugar paradisiaco a sólo unos metros del río y en el límite del término municipal de Jubrique con las localidades de Genalguacil y Algatocín.
Begoña Ruiz, gerente de la Venta San Juan, ha indicado que desde que tiene uso de razón este establecimiento ha estado en funcionamiento, aunque fue hace once años cuando decidió hacerse cargo del mismo junto con sus socios. Ha reconocido que, tras muchos años trabajando en la Costa del Sol, apostó por volver a su tierra natal y sacar adelante este histórico negocio.
Ruiz ha explicado que en la Venta San Juan buscan siempre ofrecer la máxima calidad a precios económicos, usando siempre productos del entorno. La especialidad de la casa son las carnes, tanto a la brasa como cocinadas, destacando entre las segundas exquisitos platos tradicionales como venado en salsa, rabo de toro a la matanza, cazuela de pollo, cazuela de conejo o caldereta de patitas de cordero. Entre sus reconocidas carnes a la brasa las más demandadas son codornices, chuletas de cordero, secreto ibérico, entrecot y su plato estrella, el chuletón. Además, ofrecen a los comensales una gran variedad de postres caseros como el delicioso flan de castaña, de huevo, de turrón, de fruta o mousse de chocolate.
Begoña Ruiz ha declarado que, desde junio hasta octubre, la venta abre todos los días sus puertas para dar servicio a la gran cantidad de visitantes que acuden a los idílicos parajes con los que cuenta tanto el río Genal en sí como el valle en general. Por ello, la gerente ha indicado que al establecimiento acude una clientela muy variada, tanto procedente de los municipios cercanos como de otros puntos como la Costa del Sol, Ronda o el Campo de Gibraltar.
Ruiz ha comentado que es habitual que las personas visiten esta zona en verano con un doble objetivo, disfrutar de una magnífica comida en la Venta San Juan y aprovechar el viaje para darse un refrescante baño en las cristalinas aguas del río, catalogado como uno de los más limpios y mejor conservados de España. En este sentido, existen diferentes pozas y charcos como el que se sitúa a unos veinte metros de la Venta San Juan, bajo el puente que cruza el río, ideal para que pequeños y adultos gocen de un buen chapuzón. A unos cincuenta metros río arriba se encuentra el “Charco Picao”, una gran acumulación de agua que se caracteriza por la acequia que discurre por uno de sus extremos y que deja caer una pequeña y hermosa cascada. Poco más arriba se sitúa la conocida como “Charca la Tomilla”, una gran piscina natural que antaño era utilizada para surtir de agua a las zonas de regadío aledañas al río y a dos antiguos molinos, uno de aceite y otro de trigo. Además, los visitantes más intrépidos pueden descubrir bellos parajes rodeados de altos acantilados e incluso unos jacuzzis naturales si deciden continuar ascendiendo por el cauce del río.
Por último, Begoña Ruiz ha querido invitar a todas las personas que lo deseen a degustar los exquisitos platos de la Venta San Juan y a conocer su maravilloso entorno, en el que se pueden realizar distintos tipos de actividades en contacto con la naturaleza durante cualquier época del año.