Año 1991. Meho Kodro, un desconocido delantero bosnio, ficha por la Real Sociedad como una apuesta personal del técnico John Benjamin Toshack.
Los inicios del ariete bosnio en Donostia no fueron fáciles, pues, además de la tener la presión de ser extranjero, tenía la difícil tarea de hacer olvidar a John Aldridge, un jugador que había dejado huella en la Real. Su debut liguero no pudo ser peor. Se lesionó ante el Valencia y estuvo apartado 2 meses de los terrenos de juego. Sin embargo, su suerte empezó a cambiar el día de su reaparición, en el Santiago Bernabeu contra todo un Real Madrid. Su equipo perdió 4-1, pero Meho Kodro anotó un golazo de falta que no dejó indiferente a nadie. Nacía el Kodrazo, que es el nombre con el que la prensa bautizaría a los potentes lanzamientos de falta del delantero realista. La primera temporada de Kodro como realista finalizó con la nada desdeñable cifra de 13 goles y con el cariño de su nueva afición, que empezaba a olvidar a Aldridge.
Las siguientes temporadas de Kodro en el equipo Txuri-urdin fueran las su explosión y confirmación como uno de los mejores 9 de la liga española, especialmente las 2 últimas, en las que superó la veintena de goles. Pero si hay que destacar una temporada, esa el la 94-95, su última temporada con la camiseta de la Real Sociedad, en la que luchó mano a mano con el madridista Iván Zamorano para lograr el pichichi. No lo logró, pero anotó 25 goles, un cifra impresionante para un jugador de un equipo no puntero.En su último partido con la elastica Txuri-urdin, Meho Kodro le haría el mejor regaló a la que fue su afición durante 4 temporadas. Le endosó un hattrick al Athletic de Bilbao, en un partido en el que los donostiarras vencieron 5-0 en Anoeta.
Como era de esperar, su gran temporada le convirtió en uno de los protagonistas del mercado de fichajes y los grandes de Europa se interesaron por Kodro. Bayern de Munich, Deportivo y FC Barcelona pujaron fuerte por el, pero finalmente fue el conjunto azulgrana quien se llevó el gato al agua, que pagó 700 millones de pesetas para hacerse con los servicios del delantero bosnio. Tras 4 años gloriosos en San Sebastián (81 goles en 146 partidos), de donde se iba como una leyenda , Meho Kodro daba el salto a un grande.