En "Las cosas que perdimos en el fuego", el cuento final del libro, Enriquez presenta una trama dolorosa que cuenta la historia de un grupo de mujeres que, ante la virulencia y la creciente violencia machista, deciden quemarse. La narradora del cuento explica que muchas mujeres fueron quemadas antes de que comenzaran las hogueras, y describe las diversas formas de violencia que los hombres infligen a las mujeres, desde rociarlas con alcohol hasta matarlas. En una conversación entre dos personajes del cuento, una de ellas señala que los hombres son los responsables de las quemas y que siempre han quemado a las mujeres, pero ahora esas mujeres están tomando el control y mostrando sus cicatrices.