A Escusalla, hoy convertida en un paraje deshabitado y arrasado por dos siglos de abandono, acumula decenas de historias sobre misterios y fantasmas que habitarían la casa. Situada entre localidades de Compostela y Ludeiros, ayuntamiento de Lobios Galicia, se encuentra un conjunto de construcciones de las cuales se conservan sus robustos muros de piedra, invadido por la maleza, está envuelto en un halo de misterio y de leyendas, En Escusalla es notorio todavía la importancia que tuvo en su tiempo. Las ruinas de sus casas son conocidas por el nombre de “A Escusalla”.
Su historia cuenta que la casa perteneció en el siglo XVIII a un eclesiástico rico que recibía los diezmos de gran parte de la zona de Lobios. Él mandó construir la capilla adosada al edificio con un dintel en la entrada donde reza una inscripción: “SACELLUM D. JOSEPH”. (lugar sagrado D. José). Luego pasaría a otras manos dentro de la Iglesia, hasta que con la desamortización de Mendizábal se vendió a un emigrante cantero. Tras su muerte la heredaron sus hijos, pero la venta de una parte hizo que la casa quedara deshabitada y en desuso, presa de un definitivo y desgraciado abandono.
El pequeño santuario que hoy preside la capilla con velas derretidas o encendidas, no anima demasiado a entrar a cualquier hora del día o la noche, sobre todo para quientiene presentes sus leyendas las leyendas que envuelven este lugar casi maldito:🥵💀☠️
Un fraile jorobado con el rostro oculto bajo la siniestra capucha de su hábito aparece en las noches de luna llena atravesando paredes, acompañado de dos mujeres etéreas. Cuentan que el fantasma de un cura que habitó la casa hace ya más de tres siglos, un hombre reacio a no pagar ni un duro por las obras de A Escusalla, mataba y enterraba a los constructores en el patio, todo un ángel protector del mal.
La gente de los pueblos de la zona relatan haber tenido encuentros de gritos aterradores y extrañas luces en sus restos. También se cuenta de un tal Roque, portugués allí afincado que sentía estas apariciones hasta que se le encontró muerto en unas extrañas circunstancias uno de los días que bajaba huyendo hacia la aldea cercana. A Escusalla en el año 2010 fue objeto de un pequeño documental del espacio televisivo Cuarto Milenio