Del vientre de la virgen

En Génesis 3:15 se encuentra la antigua promesa de Dios en donde Él le dijo a la serpiente que alguien de la “simiente de la mujer” lo vencería contundente y definitivamente. Miles de años más tarde el profeta Isaías anuncia que el Señor daría una señal inequívoca del cumplimiento de Su plan: “una virgen concebiría milagrosamente y daría a luz a un niño”, este niño nacería setecientos años más tarde en Belén de Judea, sería el Dios Encarnado, no sólo sería “Dios con nosostros”, sino también sería nuestro Salvador, Jesús el Mesías Prometido.

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