El uso abusivo de #plaguicidas y pesticidas tiene graves consecuencias medioambientales y para la salud humana. Además, el olivar es uno de los cultivos más afectados por su utilización, en buena medida indiscriminada.
Los plaguicidas, junto a otros insumos y la realización de otras prácticas, han provocado en este cultivo una crisis #ecológica, en las que la #erosion y la pérdida de biodiversidad son sus principales reflejos.
Sin embargo, hay otras opciones: el modelo Olivares Vivos recupera la biodiversidad y con ella se vuelven a poner en marcha los servicios ecosistémicos que aportan la flora y la fauna.
Suelo más fértil, mayor retención de agua, reducción de las tasas de erosión, mejora de la calidad del aire o control natural de las plagas, son algunos de estos servicios que, además, reducen la necesidad del uso de abonos y pesticidas, lo que de forma directa también repercute en la rentabilidad agrícola.