El fruto, e incluso su corteza y semillas, tienen poderosas propiedades que pueden desde proteger tu vista y darte energía, hasta evitar las piedras en los riñones. ¡No te vayas! Porque hoy te enseñaré los 5 sorprendentes beneficios de la sandía para tu salud. Al final del video te mostraré cómo aprovechar hasta las semillas y la corteza que comúnmente se desecha.
Número 1. Cuida a tu vista
La sandía es una excelente fuente de vitaminas. Su fruto, o la parte roja, contiene betacaroteno, una sustancia que convierte en vitamina A al llegar a tu cuerpo y resulta ser una gran ayuda para prevenir la degeneración de tu cuerpo por la edad. La vitamina A es conocida como una de las sustancias más favorecedoras para mantener tus ojos sanos. Además, la parte roja de la fruta tiene Licopeno, que además de darle ese color rojo característico, es un poderoso antioxidante que previene enfermedades y entre ellas algunas de la vista.
Número 2. Te hidrata y mantiene con energía
Comerte una rodaja diariamente de patilla, puede subirte hasta en un 23% los niveles de tu energía; Al igual que sus semillas, que puedes consumir y te recargarán de energía en cualquier momento de fatiga. Hasta la cáscara de esta fruta contiene vitamina B6, la cual eleva tus niveles de dopamina, conocida como la hormona que te ayuda a sentirte con energía y motivación. Además, probablemente lo sepas, pero, la sandía es una fruta demasiado hidratante e incluso considerada la más hidratante y refrescante. Cuando hidratas a tu cuerpo, tus células son capaces de producir la energía que necesitas para que funcione bien el mismo.
Número 3. Tiene beneficios contra la diabetes
Si padeces de diabetes, o tienes algún síntoma de este padecimiento… La sandía es de gran ayuda para controlarlo y puede ser un aliado para el tratamiento de la diabetes por todos los aportes que tiene para tu organismo. El licopeno te ayuda a protegerte de problemas de circulación y enfermedades cardiacas, como las que pueden producirse por los niveles altos de azúcar en la sangre y el colesterol. Esta fruta es ideal para evitar la presión arterial alta, su magnesio y potasio te ayudan con la sangre y además, puedes perfectamente incorporarla en tu dieta, al no contener colesterol ni grasa. Además, la cáscara de esta fruta impide que se acumule la grasa en tu organismo y te ayuda a eliminar la misma, liberando tu circulación y reduciendo tu colesterol.
Número 4. Rejuvenece y fortalece a tu cuerpo
La vitamina A de la sandía es uno de los componentes que más necesita tu piel para mantenerse hidratada y elástica. Protege a tu piel contra las quemaduras del sol y además mejora la circulación sanguínea en el cuero cabelludo para tener un cabello más largo y sanos. La patilla también contiene vitamina C, que fortalece tus huesos y puede sanar heridas. Además, consumir sus semillas mantiene tu piel más sana y protegida por sus antioxidantes y reducen el estrés oxidativo, el cual hace que envejezcas.
Número 5. Evita las piedras de los riñones
Se considera que la sandía es la mejor fruta para limpiar los riñones por la gran cantidad de agua que contiene. El jugo de esta fruta te ayuda a limpiar los tejidos y el flujo sanguíneo, beneficiando a tus riñones y previniendo la aparición de piedras en los mismos que puedan ser riesgosas para tu salud. Tomar el jugo de la sandía será como un depurativo para ti que además de traerte una gran cantidad de beneficios, cuidará a tus riñones.
Seguramente te estarás preguntando como consumo la sandía Consumir esta fruta, es muy simple. Especialmente porque no desperdiciarás nada. Su fruto puedes licuarlo en batidos, comerlo solo, congelarlo y usarlo como cubitos de hielo, consúmelo en tu preparación favorita. Una taza de sandía picada o rebanada al día será suficiente al día para aprovechar sus beneficios. Las semillas, que están igual de llenas de beneficios que el fruto y la cáscara de la sandía, puedes secarlas en el horno tras unos 15 minutos a 150 grados centígrados. Y comerlas así o triturarlas para añadirlas sobre tus recetas. Por último, la cáscara puedes hervirla durante algunos minutos en agua y preparar una infusión para tomar fría o caliente al menos 2 veces al día.
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