El Volatín de Tudela ‘quema’ todo lo malo que hay en el mundo.
El volteo del muñeco que representa a Judas estuvo precedido por el pregón que leyó el Grupo de Danzas en el año que cumple su 60 aniversario.
Como si hubiera estado preparado de antemano, entre las nubes que cubrieron este sábado de lluvia a Tudela, se abrió un claro por donde asomó el sol para llenar de luz a la ciudad.
Fue justo en el momento en el que el Volatín, muñeco que representa al discípulo traidor Judas, fue ajusticiado con el estallido del petardo que, a modo de puro, prendió las telas de su vestido.
El atuendo, diseñado por Ana Gil Gimeno, modista de este acto, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional, representaba en una de sus caras un mapamundi con todo lo malo que soporta el planeta: guerras, hambre, violencia, contaminación, extinción y desigualdad. Por la otra cara, ese mismo mapamundi presentaba lo bueno a lo que la Humanidad debe aspirar: vida, paz, naturaleza, igualdad, solidaridad y libertad.
“Por una parte está el mundo real, el que no queremos; y por la otra el ideal, el que deseamos”, indicó Gil, quien explicó que la idea para el diseño le llegó por parte del niño de 9 años Marco Visanzay Asín, hijo de Maite Asín Aicua, técnica de Turismo del Ayuntamiento, cuando ambas estaban pensando qué vestido ponerle al muñeco.
UNA 'LLUVIA' DE BALONES
Antes del volteo del pelele, Edurne Jiménez Marín leyó el pregón del acto en representación del Grupo Municipal de Danzas de Tudela, que este año cumple su 60 aniversario. El discurso de los danzaris sirvió de prólogo al ‘baile’ del Volatín y a su castigo público, ante los aplausos de los presentes.
Para finalizar el acto, la Orden del Volatín lanzó desde la Casa del Reloj cerca de 1.000 balones con el patrocinio de Diario de Navarra. Esa fue la mejor ‘lluvia’ para una Semana Santa pasada por agua.
El pregón del Volatín
Pregón del Volatín leído por Edurne Jiménez Marín en representación del Grupo Municipal de Danzas de Tudela.
"Buenos días. Tudelanos, tudelanas, y forasteros que nos acompañáis en este día.
¿Quién no ha bailado alguna vez? En otros tiempo se bailaba el vals, más tarde el charlestón, e incluso el rock..., y ahora nos toca hasta perrear.
Pero por otro lado tenemos nuestras danzas populares, las que surgieron hace siglos y que no entienden de modas y todavía perduran. Esa es nuestra labor como grupo desde hace 60 años, que esas danzas que se bailan en las calles, en las plazas, con amigos o con la familia no se pierdan.
Unas danzas que surgieron desde lo más profundo de cada pueblo y que se convirtieron en la mejor manera de representar las creencias, el folklore, y nuestras costumbres.
Una danza que en Tudela nació en el mismo lugar donde hoy me encuentro. Porque esta casa, la Casa del Reloj, fue su primera y privilegiada sala de ensayos hace seis décadas.
Todavía alguno recordará cómo se oía por sus ventanas el tintineo de los cascabeles al bailar.
Hoy estamos aquí por otra danza, la de Judas, la del pelele que en breves momentos saldrá al balcón, explotará, y quedará desnudo como castigo a su traición. Es nuestro Volatín, al que alguno llaman ‘pavada’, pero que tiene un significado especial para nosotros los tudelanos.
Tan especial como quizás la más entrañable tradición que cada año vive con el corazón encogido esta ciudad: la Bajada del Ángel. En la que mañana, nuestra Nadia volará por esta plaza para anunciarle a María que su Hijo ha resucitado.
Para terminar, porque todos estamos esperando el sacrificio del Volatín, queremos agradecer al Ayuntamiento habernos elegido para dar este pregón porque es un honor y un privilegio al trabajo de todas las personas que han formado parte del Grupo de Danzas de Tudela a lo largo de sus 60 años de vida.
Así que, sin más, que coloquen el Volatín, le prendan fuego y disfrutemos todos con esta tradición.
¡Muchas gracias y feliz día del Volatín a todos!"