El test NACE es un test de cribado prenatal no invasivo diseñado para evaluar el riesgo fetal de presentar alguna de las anomalías cromosómicas más comunes tanto en embarazos únicos como gemelares, con un impacto negativo en la calidad de vida del futuro bebé.
En el caso de embarazos únicos, también es capaz de determinar el riesgo para aneuploidías sexuales, así como el sexo fetal, a partir de la semana 10 de embarazo.
Comparado con el cribado combinado del primer de trimestre, la cantidad de falsos positivos se reduce, pasando de un 5% a menos del 0.1%. Esta mejora significativa en la tasa de detección del test se traduce en una menor cantidad de procedimientos invasivos innecesarios,