Dime si no se te revuelve el cuerpo entero cada vez que quieres poner un límite o decirle que no a alguien.
La sensación de que el otro se va a molestar, la preocupación por lo que pueda pensar, si vas a parecer una borde o el miedo a defraudarle, te llevan a que al final no pongas ese limite, te quedes callada y cedas ante algo que en el fondo no querías, lo que, encima hace que te sientas mal contigo misma.
Pues hoy vengo a contarte cómo puedes cambiar esta situación y empezar a poner límites sin que se genere ese malestar tan grande.
¡Dale al play y no te pierdas detalle! 🚀
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Con amor,
Gema 🌷
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