Alberto Giménez Andrade ("Alberto Zapicán") nació en 1927 en el pueblo Zapicán, departamento de Lavalleja, Uruguay.
Dueño de una personalidad multifacética, ha tenido una vida agitada, habiendo sido entre otras cosas músico, poeta, artesano, luthier, militante político, defensor de las comunidades indígenas y practicante de medicinas naturistas.
En 1962 participó en la primera marcha de los trabajadores de la caña de azúcar de Artigas hacia Montevideo. En 1963 fue detenido por sus actividades político sociales y estuvo preso dos años. En 1965 emigró a Chile, país en el que con algunas interrupciones vivió 30 años y donde fue torturado cuando el golpe militar de 1973. Al llegar a Chile se vinculó fuertemente con Violeta Parra, de quien se dice que fue su último amor. Habiendo llegado para desempeñar tareas de mantenimiento en la "Carpa de la Reina" terminó formando un dúo musical con ella y participó en su último LP "Las últimas composiciones de Violeta Parra" (1966) en el que toca el bombo y canta con ella cuatro temas. En ese LP hay dos composiciones de Violeta Parra dedicadas a él: "El Albertío" y "Pupila de águila" (inspirada en la cárcel que sufrió Zapicán en Uruguay).
En 1967 formó parte del conjunto "Los de la Peña", que grabó en el disco colectivo "La Peña de Los Parra, vol 1". Ese conjunto se transformó luego en el muy conocido "Los Curacas", cuyo nombre fue ocurrencia de Zapicán Con ellos Zapicán grabó un disco simple y 3 LPs: "Norte" (1970), "Curacas" (1971) e "Instrumental andino" (1972), lanzados por el sello discográfico "Peña de los Parra" de los hermanos Isabel y Ángel Parra, y distribuidos por el sello DICAP.
En 1968 en Montevideo trabajó en la construcción de "La claraboya amarilla", el lugar de espectáculos musicales concebido y dirigido por Alfredo Zitarrosa.
Publicó dos libros de poesía, y la tirada de 500 ejemplares de uno de ellos ("Un pequeño libro para una gran pena de octubre") la repartió gratis en una comunidad indígena. Zapicán, que siempre reivindicó al indigenismo, ha sostenido que por línea paterna desciende de los charrúas.
En abril de 1970 se edita su LP "El grito salvaje de Alberto Zapicán" (Ediciones América hoy LOF 016) en el que canta y ejecuta el bombo y la quena con un texto elogioso en la contratapa de Alfredo Zitarrosa, que se refiere a él como "mi amigo entrañable". Según versiones no confirmadas Zapicán habría grabado otro LP.
Las últimas referencias de Zapicán lo ubicaban residiendo en Neptunia, departamento de Canelones".
Para abundar, remitiría a quienes lo deseen a un interesantísimo reportaje que Fernando Figueroa le realizó a Zapicán, que se conserva en www.memoriachilena.cl/temas/do..., del cual extraímos el siguiente párrafo sobre "El Albertío":
"¿Por qué Violeta escribe "ElAlbertío" ?
El tema ese yo he tratado de atenderlo de esta manera, yo le dije usted me está "cagando", me está "tirando a los palos". No huevón me dice, me explica que me trata de poner de ejemplo, porque yo nunca había andado de temo. El único terno de mi vida me lo compró Violeta, lo usé un par de veces, cuando fuimos a cantar a la Radio Chilena por ese entonces, por ahí tengo fotos. Ella hacía juegos extraños, me dice: Yo te voy a poner terno y vaí a ver. Entonces me pone de ejemplo de sencillez y el balazo salió como un "boomerang".
Quizá ella tuvo razón en ese momento, porque de repente discutíamos, habíamos tenido
diferencias de criterio, de enfoque, así en un momento de rabia, ella que producía como una máquina - hacía un tema detrás de otro largo como "chorizo" esa canción. Tenía rabia y claro, "me tiró a los palos". Porqué yo no bajé el moño, porque yo mantuve con orgullo lo que defendía, y no es que me quiera defender, porque no tengo ninguna
intranquilidad para limpiarme de nada ni aclarar nada, pero creo que es un tema que le salió medio confundida".