Desde la Iglesia de Los Dominicos , en Oviedo, de día la procesión sube la cuesta de Marqués de Gastañaga hasta el llano de la Calle Magdalena. Este primer tramo ya supone para los costaleros un gran esfuerzo. El gentío es enorme. La saeta emociona a todo el mundo, lo deja un poco parado y reacciona con un aplauso largo y fuerte. Ya se fueron las diurnas luces hace un tiempo. La oscuridad eliminada por el alumbrado ciudadano, proporciona un punto de recogimiento al creyente.