Basado en el refrán... "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido..." se me da por hablar de mi pedacito de tierra... San Miguel Chicaj, Baja Verapaz, Guatemala... y es que... mientras más lejos esté de esta tierra que vio mi llegada... mis primeros pasos... en cuyo polvo aun impregna mi sangre por cada una de las aventuras de mi niñez y que en su ambiente aún se encuentran mis sueños mis ilusiones mis deseos mis grandes deseos... y luego de buscar en la internet algo que me traslade por sobre las dos fronteras que me alejan de su calor como para caminar en sus calles y respirar de ese ambiente a hogar que no podré tener a tantos kilómetros de la cuna del boxbol; reviso mis archivos con la idea de presentarlo y solo encuentro este video en cuyo contenido hay una parte de mi, porque es a través del trabajó que en determinado tiempo realicé en su suelo que se llevó a cabo la recopilación de este material, esto no quiere decir que pase por desapercibido al equipo de Técnico de Producción que estuvo detrás de este trabajo (Producciones Zeta).
Quizás conlleve un cierto aroma de proselitismo (pero es lo menos que se pretende hacer a través de este video), pero en si... con ello pretendo poner el nombre de la tierra que me hace sentir orgulloso... tan alto... pero tan alto... que pueda acercar ese aroma familiar a los hombres y mujeres de trabajo que nos encontramos muy lejos de casa... quizás derramando el sudor que debieran humedecer los surcos para germinar el maíz... pero aún cuando no sea así... nuestro sudor conlleva el mismo sacrificio... aquel sacrificio que nos motiva a prosperar con cada una de nuestras familias, y a pesar de la distancia... San Miguel Chicaj, está presente... está presente aquí en cada uno de nuestros corazones... con cada uno de sus detalles... con cada uno de sus rostros... con cada una de sus culturas y con cada una de sus tradiciones... y sin más alarde... orgullosamente éste es mi Querido San Miguel Chicaj...