- Primer Sábado del Mes de Julio: en reparación por las blasfemias contra la maternidad divina de María, rehusando también recibirla como Madre de los hombres -
Continuamos hoy, en nuestra página, la práctica de la devoción de los cinco primeros sábados de mes al Inmaculado Corazón de María. Estamos en el tercero de ellos. ¡Y así lo seguiremos haciendo cada primer sábado!
Sabéis que fue un 10 de Diciembre de 1925, en el Noviciado de las Doroteas en Pontevedra (España), el que hoy ya es Santuario, cuando el Inmaculado Corazón de María se apareció a Lúcia (Sor María de los Dolores, en aquel momento) y le reveló la gran promesa que ya había anticipado en Fátima...
«Se le apareció la Santísima Virgen y, a su lado, suspendido en una nube, un Niño. La Santísima Virgen, poniéndole en el hombro la mano y mostrando, al mismo tiempo, un corazón que tenía en la otra mano, rodeado de espinas.
Al mismo tiempo, dijo el Niño:
- Ten compasión del Corazón de tu Santísima Virgen que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos le clavan sin que nadie haga un acto de reparación para arrancárselas.
En seguida dijo la Santísima Virgen:
- Mira, hija mía, Mi Corazón cercado de espinas, que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y dí que:
A TODOS AQUELLOS QUE, DURANTE CINCO MESES, EN EL PRIMER SÁBADO, SE CONFIESEN, RECIBAN LA SAGRADA COMUNIÓN, RECEN El ROSARIO Y ME HAGAN 15 MINUTOS DE COMPAÑÍA, MEDITANDO EN LOS 15 MISTERIOS DEL ROSARIO CON EL FIN DE DESAGRAVIARME, YO PROMETO ASISTIRLES EN LA HORA DE LA MUERTE, CON TODAS LAS GRACIAS NECESARIAS PARA SU SALVACIÓN.»
(Carta de la Hermana Lúcia, escrita en Tuy, España, y datada el 17 de Diciembre de 1927, en Memorias de la Hermana Lúcia I. 14.ª ed. Fátima: Secretariado dos Pastorinhos, 2010, p. 192).