La Mancha se caracteriza por tener un paisaje excepcionalmente plano, dominado por los cultivos agrícolas. Las grandes extensiones de vid y cereal y las amplias zonas de monte mediterráneo ricas en caza menor, enmarcan esta Ruta ofreciendo paisajes de gran belleza e interés. Los municipios que forman parte de La Ruta del Vino de la Mancha: Alcázar de San Juan, Tomelloso, Campo de Criptana, Socuéllamos, El Toboso , Villarrobledo, Argamasilla de Alba, La Solana, Pedro Muñoz y Villarrubia de los Ojos.
Los amantes del buen vino podrán aprovechar para descubrir un interesante patrimonio enológico con centros de interpretación, chozos tradicionales, cuevas y museos, así como parajes naturales de gran belleza, donde parece que el tiempo se para, como la Laguna Salicor de Campo de Criptana o el Complejo Lagunar de Alcázar de San Juan.