En la ruta de hoy desde Pineda de Mar (Cataluña) vamos a visitar 2 Ermitas la primera llamada San Jaime y la segunda San Rafael que son muy curiosas de ver aunque la de San Rafael se encuentra en un estado de ruinas. Seguidamente realizaremos la ascensión hacia el Castillo de Montpalau.
El castillo de Montpalau se debate entre el amor hacia Pineda de Mar y su apariencia regia y fuerte. Es el rey de la villa y tiene que comportarse como tal. La colina del macizo Montnegre es su manto, salpicado por los frondosos pinares que engalanan toda la localidad. Su papel de fortaleza inalterable es esencial para entender su carácter, ya que al contrario que muchos otros castillos, él nunca fue residencia. Su construcción data del siglo XI, todo un desafío y protección singular. Su función era simbólica; debía intimidar al campesinado de la zona; es por eso que su sombra se extiende por el casco histórico de la población, además de ser todo un bien de interés cultural. Él debe dejarse ver desde Pineda de Mar, tiene que demostrar su mandato y su poder aunque sus piedras hayan mermado con el paso de los años. Ahora, se yergue únicamente en los restos de su torre del Homenaje, las murallas del recinto superior aún imponentes y la gracia de la capilla de San Miguel, que también sigue en pie, pese a los embistes del tiempo que ha sufrido el castillo de Montpalau, un bien de interés cultural en plena naturaleza.
Después de visitar los restos del Castillo iniciamos el descenso y por último vamos a visitar el acueducto romano de can cua, también muy curioso de ver.