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Nos situamos en la década del 70 para ver una batalla dónde el primero, no fué el que ganó.
Una de las 22 leyes inmutables del branding encontró su excepción en este rubro, donde la competencia y la apuesta en un frente común tuvieron más éxito.
El caso de la Sony Betamax: Un producto de mejor calidad que cualquiera de sus competidores, donde a pesar de esto, Sony perdió la batalla, pero no la guerra.
00:00 INTRO
00:43 El contexto
01:10 Sony Betamax
02:50 El GRAN error de SONY
03:29 Qué podemos aprender de esta historia
¿Puede un producto que surge como el primero de su categoría y que es superior a toda su competencia llegar la fracaso?
La respuesta es si. La respuesta es: Betamax.
Y si, es muy probable que ese nombre te suene, pero que tal si te digo VHS?
Para comenzar, situémonos en contexto. Estas en el 73, 74, es un viernes a la noche, llueve, estas solo, está para ver una película, pero en los canales de televisión dan un contenido que no te gusta: No sería genial crear un dispositivo para ver películas en casa?
La respuesta de sony fue SI. Y crearon la Sony Betamax, una videcasatera que usaba unos cassetes de súper calidad, conocidos como VCRs. En su año de lanzamiento, 1975, vendieron unas 30 mil unidades sólo en EEUU. Pero un año después, JVC, la Pepsi de Sony, saco al mercado un nuevo producto que utilizaba otro tipo de cassetes: los VHS.
Para 1977, al menos otras cuatro marcas japonesas sacaron al mercado videcasetteras compatibles con el formato VHS.
Otro factor en contra, es que el consumidor debía decidir al momento de la compra si se casaba con sony y sus VCR de alta calidad, pero de más valor, y con mucha menos cantidad de peliculas para ver, o bien si se iba a la gama de videcaseteras para VHS, que no sólo eran de menor valor, sino que la oferta de películas ya era mucho mayor.
Para principios de los ochentas, mientras Sony se la pasaba diciendo que su producto era d e mejor calidad, Betamax habia acumulado además una mala fama: Su alta calidad de grabación hacia que cada casete, como máximo grabe una hora. Entonces para ver un partido de fútbol o una película, se necesitaban al menos dos casetes, mientras que los VHS llegaban tranquilamente a las tres horas de grabación, pero claro, con menor calidad.
Para 1987, VHS ya acaparaba el 95% del market share. Betamax estaba destinada al destierro.
Con el diario del lunes, un gran error de Sony fue no ceder el derecho de uso del sistema betamax a otras empresas, que quizás hubieran lanzado videcaseteras para otro público, y hubieran incidido de manera positiva para que VCR sea más popular.
Sony aprendió la lección, por eso antes de lanzar el formato DVD, se unio con muchas otras empresas para hacer un frente común y popularizar este nuevo formato, con cientos de empresas que se dedicaran a comercializar reproductores de DVD:
¿Qué podemos aprender de esta historia?
En principio, el desafío de ir solo. “‘Al contrario de lo que popularmente se piensa, lo que ayudará mucho al primero de una categoría es la competencia con otras marcas” Al Ries. Y esto será más evidente, si el producto implica un formato que no ha sido adoptado todavía por el consumidor.
En segundo lugar, dejar entrar a otros. Mientras Sony no dejó a otras empresas producir videoreproductores del formato VCR, de haberlo hecho, quizás otra hubiera sido la historia.
Aceptar la pérdida a tiempo. Soldado que huye sirve para otra batalla, Sony recién en 1987 entendió que su guerra estaba perdida años atrás.
Suministro igual a demanda: Si un producto está asociado a otro, como el casete con el reproductor de betamax, si cae uno, inevitablemente caerá el otro.
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Este guión está basado en el libro Brand Failures de Matt Haig.