En el sur de Colombia, el pueblo indígena Inga se enfrenta a conflictos socioterritoriales. La empresa canadiense Gran Tierra Energy lleva más de una década intentando consolidar sus proyectos petrolíferos en el departamento colombiano de Putumayo. En particular, en el municipio de Villagarzón donde se cruzan al menos siete resguardos indígenas del pueblo indígena Inga.
En esta disputa, las entidades del gobierno de Colombia han negado la presencia del pueblo indígena Inga y han dado vía libre a la exploración y explotación de hidrocarburos. Al ignorar o no reconocer su presencia, el pueblo Inga considera que se ha violado su derecho a la consulta previa sobre la admisión o no del proyecto. Oliva Quinguanas, gobernadora del Resguardo Kachiyaku Andaki del pueblo indígena Inga, explica: "hemos tenido una problemática muy extensa, muy grande con esta empresa, ya que vinieron sin consulta previa a las comunidades y vinieron a interponer una planta donde iban a hacer el proceso de petróleo".
A esta situación se suman otras violaciones de derechos humanos a las que se ha enfrentado el pueblo indígena Inga, como la reiterada intimidación e invisibilización por parte del Estado colombiano. Frente a estos riesgos, Oliva explica que el pueblo indígena Inga se ha fortalecido gracias al apoyo de ACIMVIP: "Gracias a este y varios procesos y proyectos que hemos tenido dentro de la organización ACIMVIP nos hemos fortalecido y hemos salido adelante".
Las personas han ido fortaleciendo sus capacidades individuales y colectivas de protección a través de estrategias y metodologías desarrolladas por ACIMVIP. A su vez, Oliva cuenta que han desarrollado estrategias de protección con un enfoque diferente basado en la conservación y cuidado de su territorio a través del uso de su medicina tradicional. "Los planes propios de protección siempre son con la medicina, con el yajé, esa es nuestra propia medicina, la que nos guía, la que nos protege, la que nos limpia, la que nos ayuda a proteger nuestro territorio. Esa es nuestra autoprotección. Entonces yo digo que la medicina para mí es muy fundamental y la planta es muy sagrada. Es la que le debemos toda nuestra vida. La que nos ayuda a fortalecernos cada día más", explica Oliva.
Aunque la plataforma de exploración La Cabaña fue instalada en 2014, luego de obtener licencia ambiental por parte de la ANLA ese mismo año, en 2015 una tutela interpuesta por el pueblo indígena Inga en compañía de nuestra coparte la Asociación de Cabildos Indígenas Inga del Municipio Villagarzón Putumayo (ACIMVIP) logró detener el proyecto petrolero, pero según Oliva no han retirado la maquinaria ni han compensado los daños socioambientales ocasionados.