La mitología románica no es exactamente como el concepto de Mitología clásica. Es decir, no se asemeja al panteón griego y romano donde hay una serie de dioses conocidos y respetados por todo el territorio.
En estos años medievales, la Biblia era la referencia máxima del conocimiento y aunque existían ciertos desacuerdos en cuanto a qué libros la componían y cuál era la forma de traducirlos, toda la religión basada en un único libro hacía que sus relatos estuviesen en exceso codificados y limitados.
Bien podríamos destacar como la gran diferencia entre la cultura prerrománica y esta, que nuestro panteón tendría muchas figuras heróicas, pero sólo un único dios.
Cantados de forma oral por los juglares, contamos con escasos ejemplares de forma escrita. La canción de Roldán o el Cantar de Mio Cid son dos de los casos más destacados.
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