Es menester un poco de renovación en los carteles de los festivales, máxime si se trata de una referencia como el Potaje. Empieza a hartar ver siempre a los mismos en todos lados. Todos desfasados y hundidos en una honda crisis creativa. Animo a los programadores a abrir el abanico y arriesgar un poco apostando en nombres menos conocidos, de lo contrario esto se atasca y no avanza.

Con todos mis respetos, Capullo de Jerez está fundido; no aporta nada, a lo fácil, con rumbas y letras sin sabor ni sentimiento