En este documento, realizado por Juan Antonio Jiménez Dámaso, queda reflejado como, cada 28 de junio, víspera del día de San Pedro, los vecinos y foráneos celebran La Rama del Valle de Agaete, previamente, el día 27, los romeros, a las 24 horas, acienden hasta el pinar de Tamadaba para pasar la noche en comunión con la naturaleza. Cuando las primeras luces permiten moverse en Tamadaba los romeros, forman sus ramos con las distintas especies.
Con los hermosos ramos comenzarán el descenso. En la Era del Molino, serán recibidos por los miembros del Comisión de Fiestas que les agasajarán con el tradicional caldo de gallina, guisado con la leña del lugar.
Los voladores anunciarán el comienzo de La Rama con los sones de la banda de música. El cortejo, invadido por los olores de las especies que forman los frondosos ramos, se desplaza hasta la ermita del Valle en cuya puerta está la imagen de San Pedro ante quien depositarán los ramos.