Cada 23 de noviembre, día de San Clemente, conmemoramos la conquista de la ciudad de Sevilla por parte del monarca Fernando III de Castilla y de León, el rey San Fernando, ocurrido en el año 1248.
Por tanto, hoy se cumple el 775 aniversario de dicha efeméride, lo que supuso la restauración del culto cristiano en Sevilla.
En el lado del Evangelio del crucero, Lucas Valdés representó en una monumental pintura mural la procesión triunfal que se organizó en la víspera de la Navidad de aquel año. Según reza la crónica, tuvo lugar el 22 de diciembre, que amaneció alegre y dispuesto el triunfo que el religioso culto del Santo Rey convirtió en procesión de bota, con un clima festivo y con el sonido de los clarines timbales, en ella participaron las tropas, enarbolando estandartes y banderolas, las órdenes militares, religiosos, sacerdotes y un importante grupo de prelados, entre los que se encontraría don Ramón, obispo de Segovia, y que luego sería el obispo de Sevilla, y principal protagonista de la nueva organización eclesiástica de la ciudad, a través de sus 24 parroquias intramuros y los distintos conventos y monasterios.
La procesión quedaba presidida por el paso en el que se encontraba la imagen de la Virgen de los Reyes, quien ocuparía desde entonces un papel central en la nueva catedral de Santa María, pues ese día se celebraría la primera misa en su interior, habiéndose consagrado lo que fuera mezquita como templo cristiano.
San Fernando aparece acompañado por la reina y su hijo, el futuro Alfonso X, vestido como caballero, cubierto por la capa de armiño, con corona y con un medallón de la Virgen, lleva entre sus manos el bastón de mando, como el nuevo Señor de Sevilla y un cirio como devoto cristiano. Además, se muestra entre San Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced y Santo Domingo de Guzmán, que hizo lo propio con la Orden de Predicadores, luciendo rosario y el tradicional perro.
Los dominicos tienen mayor presencia. Tengamos en cuenta que antes de ser parroquia, esta fue la sede del convento dominico de San Pablo. De ahí, la preeminencia de estos religiosos. A modo de aparición gloriosa, figura en las alturas San Clemente, Santo del Día de la Conquista y San Isidoro, principal figura de la Iglesia de Sevilla. Tengamos también en cuenta que el 23 de noviembre es la fecha del nacimiento de Alfonso X y el 22 de diciembre se conmemora la traslación de los restos de San Isidoro desde Sevilla a León, para protegerlos durante el tiempo del dominio musulmán.
Los Ángeles despliegan palmas y corona de laurel en homenaje al Santo Rey, quien con tan amplia compañía y con la presidencia de la Virgen de los Reyes, se dispone a entrar a la ciudad por la que tanto suspiró Sevilla.