Cuando creíamos que Jose nos había presentado a todas sus cabras, descubrimos que tiene una raza enana apartadas en otra de sus naves. Se podría decir que son sus 7 enanitos, con gruñón a la cabeza por ser la cabra líder del rebaño y a mudito siendo una chivita de pocos meses. Confiesa que a diferencia del resto de razas estas son muy esquivas y no hay manera de acercarse a ellas. Para comprobarlo, cuando las saca al exterior a comer verde y ramas de olivo, coge un par de ellas y en lugar de apreciar el cariño que les brinda su cabrero solo berrean e intentan escapar. Está claro que el roce no siempre hace el cariño.