GUNDIVÓS, TERRITORIO DE BARRO Y VINO

Gundivós fue tierra de cacharreiros. De esta pequeña aldea de Sober salían carros cargados de cerámica con destino a las ferias de la comarca de Lemos. Hoy sólo quedan dos artesanos en activo que mantienen viva esta alfarería. Elías guarda el secreto de los "oleiros" de Gundivós. El último cacharreiro sigue usando el torno bajo, el torno lento, que se impulsa con las manos. Los alfareros de Gundivós tienen una forma especial de moldear. Y siguen decorándolo todo con "bincos", picados y ringorrangos.
Cuando llegan turistas a Gundivós, Elías hace demostraciones en vivo. Sobre el empedrado del patio, enciende el fuego de carqueixa. Y el jarro primitivo se ahuma. Elías va dándole vueltas al xarro sobre la llama hasta que se vuelva negro... Sólo falta el "empegado", el baño de pez: La resina de pino se espolvorea sobre el xarro candente. Es el toque distintivo de la alfarería de Gundivos, el certificado de origen. Negra por el humo y brillantes como la pez. Las demostraciones en vivo se completan con una visita guiada por este curioso museo.

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  • @nelidamurgolo797
    @nelidamurgolo7974 ай бұрын

    Que maravilla estos artesanos, hay que difundir estos lugares de viñedos, soy argentina y sueño con ir a esos lugares.Mi madre Emilia Diaz Rodriguez emigro a los 20 años siempre me contaba acerca de esos lugares