“Los genes ahorradores que hemos heredado de nuestros pasado de especie aparecida en el paleolítico, les sirvieron a nuestros ancestros nómadas del género australopitecos y homo como “diseño metabólico” para sobrevivir a momentos de importantes hambrunas como resultado de una variedad limitada y escasa de alimentos silvestres de recolección manual.
La transformación posterior en grupos sedentarios que en el neolítico empezaron a cultivar vegetales y agrupar animales, cambió radicalmente la disponibilidad y cantidad de alimentos. Pero el metabolismo gestionado por estos genes ahorradores permaneció y ha pasado hasta nuestros días.
Esta situación puede convertirse en una “incoherencia fisiológica” en gran parte de la población actual, donde la amplia oferta de alimentos (al margen de la calidad de los mismos) es una realidad.
¿Tendrá relación estos genes heredados con alteraciones como la obesidad o patologías del ámbito inflamatorio?
¿Somos conscientes de que vivimos en el siglo XXI con un metabolismo del paleolítico?
Tendremos ocasión de valorar la situación actual de la nutrición y las posibles estrategias “epigenéticas” para compensarla