0:00 Presentación
0:28 Espasante
3:34 Ortigueira
5:22 Cabo Ortegal
7:04 Herbeira
8:25 San Andrés de Teixido
Galicia, punto y aparte, donde tradición compite con la globalización, creencias sobre deidades paganas conviven y comparten con creyentes, donde se cree tanto en lo divino como en mour@s, allí donde el lavadero no es un espacio etnográfico, y se sigue haciendo la colada
Galicia, celta, tierra de leyendas. Donde el turista se pierde lo que el viajero permeable y sin agenda a través de su paisaje, gastronomía y silencios rotos por el mar o del viento, alimenta el alma, con la belleza de lo sencillo y lo cotidiano
Empezamos en Ortigueira con parada en Espasante, y seguimos al Cabo Ortegal. Por la Sierra da Capelada con destino a San Andrés de Teixido, paramos en el mirador de Herbeira, donde pastaban los caballos que hacía solo unos días habían sido rapados en la fiesta de “rapa das bestas”, tradición ancestral, una forma de entender la vida en comunión con los caballos.
Mucho que contar de estos lugares, aquí solo tienes una pincelada.
O Porto de Espasante o San Xoán de Espasante, se encuentra en la Ría de Ortigueira y se dice que es uno de los secretos mejor guardados de Galicia.
De amplia tradición marinera ha sido nuestra casa en está ruta por las rías altas coruñesas. El muelle concentra el núcleo marinero, motor económico de la zona, capturas como la merluza, pez espada y los apreciados percebes.
Imprescindible visitar dos lugares de interés etnográfico que se encuentran en la periferia del pueblo, ambos con vistas al mar al que se accede dando un bonito paseo.
Castro de Punta dos Prados. Yacimiento castreño en el primer nivel de ocupación prerromano (siglo I a. C.), del que quedan algunos restos y ofrece unas vistas espectaculares de la ensenada de Espasante. La construcción más sobresaliente correspondería con la romanización del asentamiento (siglos I-II d.C.), cuando se construiría el “forno”. Edificación que cuenta con antecámara, cámara, horno y zona de alimentación del horno, con la funcionalidad balnearia. Similar a la de Santa Mariña de Augas Santas en Allariz.
El otro sitio que visitamos fue la Garita da Vela. Esta fue una antigua construcción de piedra que servía de refugio a los vigías en el s. XVIII, para detectar cualquier posible ataque por mar sin ser vistos por el enemigo. La Garita está alineada con la de Herbeira y con el Semáforo de Bares, formando parte de un completo sistema de señalización y vigilancia marítima.
Una tradición curiosa es la historia del Porco Antón, que comenzó en el s. XVIII cuando los vecinos intentaban reunir fondos para construir la Capilla de San Antón. Para ello decidieron criar un cerdo entre todos y rifarlo.
Y así nació Antón, un cerdo al que cada año los vecinos cuidan entre todos, y que se puede ver suelto por las calles de Espasante, que tiene su propio monumento en la plaza del pueblo. Con lo recaudado, se celebran las “Festas de San Antón”.
Ortigueira. Con bonito puerto y con la fortuna de haber llegado el día de mercado, pudimos comprar y comer mientras visitábamos el villa, diferente trazos de empanada, aunque ahora solo se me viene a la mente la de berberechos. El corazón del pueblo radica en la calle Ancha o Real y los Cantones. Donde antaño vivían los nobles y la clase burguesa, con casas imponentes de granito, forjados y bonitas galerías
Sobre las ruinas del convento de los Dominicos destruido en un incendio en el año 1550. Se aprovecha el espacio y restos para levantar lo que es la Casa Consistorial, el Teatro de la Beneficencia y la Iglesia parroquial. Teatro que pudimos visitar, con una agenda cultural que da mucha vida al pueblo.
La iglesia del antiguo convento es la parroquia de Santa Marta, adosada a las que fueran las dependencias monacales, con planta de cruz latina con una sola nave, con importantes retablos (el del altar mayor y el del Rosario), así como una lápida sepulcral de alabastro del siglo XVI, que guarda los restos de Martín de Basoa.
Por poner fin a esta entrada sobre Ortigueira, decir que acoge el “FESTIVAL INTERNACIONAL DO MUNDO CELTA”, declarado de Interés Turístico Internacional, que este año de 2022 se celebra entre el 10 y 17 de julio.
Cabo Ortegal es el punto que marca la confluencia del Mar Cantábrico y el Océano Atlántico.
Hacia el oeste tenemos los acantilados de Serra da Capelada, así como a Punta do Limo, que dan cobijo a San Andrés de Teixido y a su legendario santuario. La altura máxima es del “Vixía Herbeira” con 613 m de altura, convirtiéndose en los acantilados más altos del sur y centro de Europa, sólo superados por algún fiordo de Noruega.
De frente nuestra, tenemos tres pequeños islotes que reciben el nombre de “Os Tres Aguillóns” (Los tres aguijones). En el siglo primero, Ptolomeo nombraba a estas rocas con el nombre de (los tres blancos), quizás por la espuma del mar al batir contra ellas, o quizás por el guano acumulado por las aves.