En la historia de la inmigración japonesa a la Argentina es ampliamente conocido, que muchos de los inmigrantes japoneses se dedicaron a la floricultura.
　En la década del '70 JICA estableció el Centro Tecnológico de Flori-Fruti-Horticultura (conocido como CETTEFHO) como parte de su apoyo a los inmigrantes. Más tarde, con la plena integración de la comunidad de japoneses y sus descendientes, el centro tecnológico modificó sus funciones y fue transferido al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en 2004, donde renació como el actual Instituto de Floricultura.
　El Instituto de Floricultura del INTA se ha desarrollado hasta convertirse en un líder de la investigación florícola no sólo en el país sino también en la región. En la actualidad, el sistema de investigación se ha ampliado enormemente, se han introducido diversas variedades nuevas mediante la mejora y el desarrollo, y se ha establecido una red en torno al instituto para proporcionar orientación técnica a los floricultures de todo el país. Además, en los últimos años, en colaboración con empresas japonesas, el instituto ha establecido un sistema por el cual los beneficios o regalías se distribuyen también a los lugares de recolección de recursos genéticos utilizados en el desarrollo de nuevas variedades.
JICA en conjunto con el gobierno argentino, impulsa la cooperación triangular con el INTA y en los últimos 10 años ha implementado el programa de capacitación para terceros países en la región de América Latina y el Caribe.
Este vídeo muestra la contribución de los inmigrantes y de los nikkei en el área de la floricultura en Argentina, la cooperación por parte de JICA, y el papel que desempeña el INTA en el desarrollo de esta industria en el país.