El proceso productivo comienza con la fusión del aluminio y el modelado de los machos de arena.
El metal, procedente de lingotes y retornos del proceso, se calienta por encima de su punto de fusión para licuarlo. Una vez líquido, se trata para eliminar el gas e impurezas que pueda contener y se le añaden los aditivos necesarios en función de la pieza a fabricar. Una vez elaborada la aleación, se comprueba su composición en el espectrómetro antes de validar su uso en el siguiente proceso.
De forma paralela, se fabrican los machos de arena en las máquinas disparadoras de machos. Los machos son los encargados de conseguir en las piezas las formas interiores complejas típicas de la fundición.
Aunque existen varias tecnologías para la fabricación de los machos, Alumalsa ha apostado por la caja fría como la más adecuada para sus piezas y para el medio ambiente. No obstante también es capaz de fabricar machos en otras tecnologías como caja caliente o cronning.