Enrique Pérez Simón

Enrique Pérez Simón nació el 16 de septiembre de 1946 en Villalba de Duero, pueblo situado a 4 kilómetros de Aranda, en la provincia de Burgos. En 1950, a los cuatro años, su familia se mudó a Santander porque su padre dejó la labranza para asumir la concesión de un surtidor de gasolina en la calle Castilla. Enrique creció junto a dos hermanos y una hermana en un entorno cercano al muelle de la bahía y las estaciones. En su juventud destaca su tiempo en los Pasionistas, “que servía a los chavales de la calle Madrid como centro de reunión”, la época en el barrio Pesquero y la influencia del cura del barrio Miguel Bravo.
De los seis a los nueve años, asistió al Grupo Escolar José María de Pereda, conocido como “las escuelas verdes”. Tras la muerte de su maestro, don Prudencio, continuó sus estudios en Los Escolapios. Completó el bachiller elemental en el único instituto de Santander, el José María de Pereda, ahora Santa Clara. También estudió unos meses Comercio Práctico en la Academia Puente. Antes de los 20 años, trabajó en la oficina de Ignacio Palacios en la calle Castilla, haciendo inventarios de piezas de automóviles. Y, tras prepararse por cuenta propia, en 1961 ingresó en la Escuela Normal de Magisterio. A pesar del “sistema educativo autoritario y rígido”, logró completar su formación en 1967, a los 21 años, mientras simultáneamente trabajaba en un surtidor.
A finales de los años 60, mostró un creciente interés por la lectura y la política, involucrándose en actividades con un fuerte compromiso político y sindical. Participó en diferentes organizaciones, como el Partido Obrero Revolucionario (Trotskista), y finalmente, en 1975, se unió al sindicato anarquista CNT (Confederación Nacional del Trabajo), donde fue cofundador y miembro activo hasta principios de los años 80, participando en acciones culturales y promoviendo el Ateneo Libertario, entre otras iniciativas. En relación a su vida personal, indica que en 1969 se casó en Santander con Marina Valle y a principios de los años 70 tuvieron dos hijas, Marina y Rocío.
Con su título de maestro en mano, Pérez Simón comenzó en diciembre de 1966 con una sustitución en la Aneja en Santander (previa a la reválida) y luego en febrero de 1967 enseñó en un aula del Barrio Covadonga en Torrelavega. Posteriormente, trabajó en diversos centros a lo largo de su carrera: en la Graduada Marqués de Estella en Peñacastillo (Santander); en el Colegio Nacional del Barrio Covadonga (Torrelavega); en el curso 1969/70, estuvo en el Colegio Círculo Católico (Santander), volviendo dos cursos al Colegio Torreblanca (Santander). En 1972 trabajó en la Escuela Unitaria de Abionzo (Villacarriedo) hasta enero de 1975 que le trasladaron al Colegio Nacional Sagardía (Santander). El curso 1975/76 lo hace en el Centro de Presencia de AFHA, una empresa de cursos por correspondencia. De ahí va al Colegio Público El Castañal (Selaya), desde donde le trasladaron por concentración al Colegio San José de Calasanz de los Escolapios (Villacarriedo) y desde enero a final de curso a la Escuela Unitaria de Cortiguera (Suances). Regresando al Colegio Público El Castañal (Selaya) dos cursos más. De 1979 a 1983, estuvo en el Colegio Público Nuestra Señora de las Nieves en La Magdalena (Guriezo). Trabajó en Castañeda de 1983 a 2007: nueve años en "El Patio" de Pomaluengo, cuatro en el Colegio El Haya, y hasta su jubilación en 2007 en el IES Santa Cruz de Villabáñez.
En el año 1969 participó en el I Congreso Freinet, primer encuentro de maestras y maestros freinetianos desde la Guerra Civil, organizado por Ferrán Zurriaga; esto marcó el comienzo de su compromiso con la pedagogía Freinet y la formación de la ACIES (Asociación para la Cooperación y la Imprenta Escolar), que evolucionó en el MCEP (Movimiento Cooperativo de Escuela Popular). También desempeñó un papel activo en la Coordinadora Estatal de MRPs y en el Primer Congreso de MRPs en Barcelona en diciembre de 1983 como miembro de la comisión organizadora, entre otros. A lo largo de su carrera, Enrique asumió diversos roles educativos, se formó como "técnico" en ganado vacuno "para poder hablar con las personas del valle de Carriedo" y llegó a ser conocido como el "maestro de Abionzo". En el ámbito pedagógico, Enrique se enfocó en la pedagogía Freinet, utilizando la correspondencia e imprenta. Además, fue y es un militante pedagógico comprometido con la educación pública, laica e innovadora.
En la actualidad, afirma que “sigue haciendo lo que le gusta y lo que hacía, pero sin madrugar”, entre otras actividades, participa en el MCEP y colabora activamente en la Asociación Escuela Benaiges de Bañuelos de Bureba (Burgos) para recuperar la memoria y continuar el legado del maestro Antoni Benaiges Nogués, asesinado en julio de 1936.
Legado Cantabria es una producción de Fundación PEM

Пікірлер: 1

  • @luzaguileraortiz4847
    @luzaguileraortiz484729 күн бұрын

    El antiguo profesor de mis hijos. Una gran persona