DGPM 1074 - 8: La elegancia barroca

A lo largo de la historia la población de la comarca de Celanova siempre ha estado relacionada con el Monasterio de San Salvador, que preside a villa.
San Rosendo fundó uno de los grandes monasterios barrocos de Galicia. Este edificio recoge la evolución y los grandes hitos de la historia de nuestra tierra desde el siglo X.
La iglesia es una construcción de planta de cruz latina. En su interior destaca un magnífico retablo barroco, obra del escultor Castro Canseco, dedicado a San Salvador. Existen dos coros en excelente estado de conservación. El coro Bajo está ubicado en la parte baja de la nave central, también obra de Canseco, en la que se reproducen diversas escenas.
El coro alto es el más antiguo, de estilo plateresco-ojival de finales del siglo XV, único en Galicia. Este lugar emblemático hace exclusivo el órgano del monasterio de San Salvador de Celanova. Tiene doble fachada, toca por delante y por detrás. El papel del órgano en el siglo XVIII es de acompañamiento de la liturgia y éste de Celanova y uno de los grandes órganos de Galicia.
Este órgano posee muchas posibilidades sonoras, ofrece la capacidad de tocar obras del periodo del Barroco, no solo españolas sino también alemanas. Cuenta con 24 registros distribuidos en 2 teclados manuales y un pedalero. El monasterio cuenta con dos claustros. El más interesante se conoce como el de las procesiones. Su estilo es barroco y destaca la ornamentación y las gigantescas gárgolas. La parte inferior del claustro es del siglo XVI, tiene bóvedas góticas y medallones con los rostros del emperador Carlos V y de sus esposas. El segundo claustro, conocido popularmente como Claustro del Poleiro, fue finalizado en el año 1722. Es de traza más sencilla que el anterior, con una curiosa balconada. Hoy forma parte de las dependencias del instituto de la ciudad.
El huerto del monasterio de San Salvador de Celanova guarda una pequeña joya cuya construcción se remonta al año 937. Esta es la iglesia de estilo mozárabe de menor tamaño que se conoce.
La capilla de San Miguel fue fundada por San Rosendo, gran admirador de la cultura árabe.
Lo que más enamora de la capilla es el ábside, encañonado con la saetera al naciente. Se accede a él por un arco de herradura de tres cuartos enclavado en el alfiz.
Si nos fijamos en el suelo, la capilla tiene losetas de cerámica roja y en el
presbiterio, a la entrada del ábside tiene unos preciosos mosaicos que recuerda al mundo árabe y la dota de elegancia. En Celanova nacen los poetas. Manuel Curros Enriquez, uno de los tres máximos representantes do Rexurdimento da Literatura Galega, lo hizo en esta casa, la que alberga un museo denominado Casa de los Poetas. Desde aquí difunden la vida y obra de los escritores de Celanova.
Manuel Curros Enríquez inicia una línea de poesía civil que luego continúa Celso Emilio Ferreiro y hoy Méndez Ferrín.
Curros es el poeta de gafas redondas y barba. Creó la base de la Real Academia Gallega y tuvo el honor de ser su primer presidente.
Varios objetos destacan aquí, el más importante, una corona que se le entregó en 1904 en Coruña, o una reproducción de la bandera que cubría el féretro de Curros a su llegada de la Habana. Fue odiado y admirado por la crítica social y anticlerical en sus versos. El pobre gallego que ve pasar o maio de flores cuberto, máis pra el, sempre é inverno, en AIRES DA MIÑA TERRA
Curros hablaba de la rica y opulenta casa fuerte del señor de Milmanda y Sanchidrián. Se refería al Alcázar de Milmanda, construido sobre una ciudadela romana en el siglo X. Destruido y obligado a reconstruir en la Revuelta Irmandiña gozó de máximo esplendor a mediados del siglo XVI, cuando era una de las mejores fortalezas de Galicia.
Pertenece a la parroquia de Milmanda y desde su torre se divisa perfectamente la iglesia parroquial. Cerca de la iglesia de Santa Eufemia de Milmanda, adosado a un muro de la casa rectoral, se encuentra un peto de ánimas considerado el más grande de Galicia. Tiene dos hornacinas, una inferior en la que alojan a diversos santos, y en la superior una cavidad con un Cristo.
Muy cerca de Celanova, a poco más de 2 kilómetros, se encuentra uno de los principales referentes de la cultura castreña del Noroeste peninsular, situado en la parroquia de Castromao.
El origen del asentamiento data de la Edad de Hierro desde los siglos VI antes de Cristo hasta el II después de Cristo, mientras que las partes más bajas presentan una intensa romanización especialmente durante los siglos I y II. Esa colonización se diferencia perfectamente en las estructuras cuadradas de las viviendas, propias de los conquistadores romanos.
Numerosas excavaciones permitieron identificar más de 70 construcciones ocupacionales y defensivas. Visitar este castro vale la pena aunque solo sea por las espléndidas vistas del val do río Arnoia.

Пікірлер: 1

  • @XX-sr1ww
    @XX-sr1ww9 жыл бұрын

    Excelente trabajo, pero una vez más, gracias a Marisol Mendive por su clase tan instructiva. Julio

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