Más de 400 años siguiendo un legado, una muestra de fe que jamás va a parar, la demanda mayor de nuestro Santo Patrono conocida por muchos en el ámbito nacional e internacional.
A las 0 horas del día siete del séptimo mes los feligreses reunidos todos en el hogar de la familia López Zavala esperando el banderillazo de salida para dar inicio a este bonito caminar.
Los artilleros reunidos y de rodillas ante nuestro creador ofrecieron la jornada del día por los favores y gracias obtenida en ellos y en sus familias, para luego aligerar sus pasos para colocar cada petición en torno al pan a través de la celebración eucarística centro de nuestra fe y de nuestra vida en general.
La madrugada del día siete fue espectacular y a los Apastepecanos los cohetes anunciaban con su tronar que por las calles de la ciudad y los hogares sin distinción alguna recibían la visita de nuestro intercesor y guardián.
¡Qué bonito se veía! Ver a nuestros paisanos que viven en diferentes departamentos llegar a la tierra que les vió nacer y les vió salir de ella en busca de superación y estabilidad todo para recibir esa visita especial.
Fuera de nuestras fronteras patrias también hubo reunión de aquellos amigos y familiares que a través de una transmisión corrieron junto al Santiago el mayor mientras en sus hogares los cohetes sonaban en agradecimiento por su intercesión.
Los Apastepecanos dejaron a Apastepeque, pero Apastepeque de ellos jamás saldrá, a través de los recuerdos, fotos, videos y en vivo por redes sociales al pendiente siempre estarán de la familia, amigos, vecinos y lugares que esperan el retorno a su tierra natal.
El cielo también estaba de fiesta y junto a nuestro Santo Patrón los Apastepecanos que ya partieron se llenaron de alegría y de mucha emoción al ver niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores dando vida a la fe y al amor representada en esta bonita tradición.
¡Nos llaman locos, ignorantes y de muchas maneras más, mas no saben que a través del camino de Santiago a los pies del maestro vamos a llegar!