Un caldito no le cae mal a nadie… Creo que en la cocina el “Hola, ¿cómo estás?” se puede traducir en: un caldo, es algo que no mal, que no molesta, que te hace sentir presente y que igual muestra un detalle de amor y cuidado para quien lo recibe, aunque creo que un caldo va más allá de todo eso, he tomado y he preparado muchos caldos.
Un día supe que era lo primero que debían tomar los enfermos en recuperación y se me ocurrió la idea de llevarles un caldo especial a quienes de pronto se enfermaban en nuestra familia y así lo he hecho muchas veces.
Con el paso del tiempo he aprendido que no es algo solo para nosotros a diario, para bendecir a alguien cercano en proceso de recuperación por alguna enfermedad, es algo mucho más allá, es quizás el mejor alimento para todos y para todo, para los niños, ancianos, enfermos, para todos.
Me encantaría que vean esta receta y la lleven a sus vidas y hogares, es realmente una fuente única de nutrición, igualmente les agradezco me dejen sus comentarios.
Gracias por acompañarme con nuestro propósito de tener en nuestros hogares una #cocinadeamor
Dios los bendiga en todo momento.
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