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Cada vez más se ve como Clubes hípicos, Haras y pequeños criadores están incorporando este sistema automático. Preparados para 10, 8, 6 o 4 caballos, de forma circular, funcionan en ambas direcciones. Aunque se usan para caminar y trotar, estas máquinas pueden llegar a funcionar hasta 30 km por hora permitiendo trabajos de galope de 8 m/s. Los caballos se adaptan fácilmente y los accidentes son raros o nulos, aunque siempre se debe supervisar el trabajo. Al poder programar sesiones con cambio de sentido de la marcha logramos organizar el ejercicio evitando tensiones indebidas en los miembros. La superficie donde ejercitan normalmente está cubierta con arena de cava, o mezcla de arena y arcilla. Algunos entrenadores utilizan los caminadores mecánicos para el calentamiento y las actividades de recuperación pos ejercicio, otros como ejercicio ligero de resistencia. Además, se pueden utilizar para la rehabilitación de lesiones de menor importancia. El uso del caminador tiene dos metas principales: primero, proporcionar el acondicionamiento del sistema cardiovascular y segundo, cambiar o eliminar la tensión de aquellas áreas del cuerpo que son utilizadas normalmente. Además, se consigue salir de la rutina diaria. La variación de la naturaleza de los entrenamientos mantiene al caballo interesado, lo que se considera muy beneficioso en su desarrollo deportivo.
Hay un índice muy alto de lesiones músculo esqueléticas en caballos deportivos. Si con este tipo de entrenamiento podemos reducir este riesgo de lesión aunque sea en un pequeño porcentaje, habremos conseguido un logro muy importante
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Juan Gonzalo Angel
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