Código Sagrado 414 de la Fe

Código Sagrado 414 de la Fe canalizado por el maestro Agesta.
El Código Sagrado 414 es una herramienta poderosa que nos ayuda a liberar el miedo y la ansiedad en nuestras vidas. Al incrementar y desarrollar la fe en Dios, el universo en nosotros mismos. Numerológicamente, el número 414 se compone de las energías del número 4 y el número 1, y también se asocia con el Arcángel Jeremiel.
Significado del Código Sagrado 414:
El número 4 se refiere a la estabilidad, la seguridad, la organización y el trabajo duro.
El número 1 simboliza la creación, la innovación, la confianza en uno mismo y la conexión divina.
Al combinar estas energías, el código 414 se convierte en una herramienta de transformación que nos ayuda a programar nuestra mente y espíritu hacia la positividad y la confianza en Dios, en nosotros mismos, en la divinidad.
Cómo funciona y para qué sirve:
El código 414 nos conecta con la energía divina del universo, permitiéndonos liberar nuestros miedos y ansiedades.
Al recitar este código, estamos liberando la tensión y el estrés que a menudo nos llevan a experimentar miedo y ansiedad.
Puedes utilizarlo recitándolo en voz alta o mentalmente, escribiéndolo y teniéndolo en un lugar visible para recordarlo constantemente.
Recomendaciones para utilizar el código sagrado 414: Para despertar nuestra fe.
Úsalo cuando te sientas ansioso o temeroso.
También puedes incorporarlo en tu práctica diaria de meditación o afirmaciones positivas.
Recuerda que el poder transformador de los códigos sagrados depende de nuestra creencia y receptividad. ¡Confía en el proceso y permite que la energía divina te guíe hacia la paz interior🙏✨

Пікірлер: 1

  • @Claudinamarsoto
    @ClaudinamarsotoАй бұрын

    Activar los Códigos Sagrados con Fé, Amor y Agradecimiento. Dice Jesus Cristo “Yo les digo que si tuvieran fe como un granito de mostaza, le dirían a este cerro quítate de ahí y ponte más allá, y el cerro obedecería: nada les sería imposible“ Mateo 17:20 Al activar El Código Sagrado 414 despertamos y activamos la fe que es inherente en nosotros al ser hijos de Dios Padre.