No video

Benjamín Prado - Su viva imagen

Poeta español Benjamín Prado, del libro Ya no es tarde (Visor)

Пікірлер: 20

  • @jeanrojas2364
    @jeanrojas23642 жыл бұрын

    Lloré

  • @pilargarcia5670
    @pilargarcia56703 жыл бұрын

    Demoledor cada vez q te.lo escucho.Te escucho y soy yo escribiendo con burdas palabras la desesperación por la inesperada muerte de mi madre en S.S.de.1997 pues me ahogaba la pena . Como tú ,no comprendía como el mundo no se paró.Cómo circulaban los coches y la gente reía por las calles , si mi madre adorada había muerto ..... Como dice nuestro amigo en común Sabina ...Y la vida siguió como siguen las cosas q no tienen mucho sentido .... No pasa un solo día q no hable con ella y al cumplir años ,más . Me consuela q fui muy afortunada por recibir tanto amor y q me esperó para morir y acompañarla . Benditas sean las madres buenas q nos quisieron tanto y nos hicieron cómplices de todas sus vivencias dolorosas y al poder compartirlas sentirse reconfortadas y un poco más livianas. Gracias por hacerme sentir tanto .Un abrazo cariñoso

  • @ismenacalderon1587
    @ismenacalderon15872 жыл бұрын

    Precioso y conmovedor poema yo soy madre anciana de 6 hijos gracias Benjamin dios te bendiga y no pierdas la fe en dios

  • @alejandroperezmoreno3242
    @alejandroperezmoreno32424 жыл бұрын

    Qué magnífico homenaje, llega al fondo del corazón y a la vez entra en el dolor de la ausencia.

  • @carmenrodriguezlopez9545
    @carmenrodriguezlopez95456 жыл бұрын

    En el recuerdo también vive la poesía... Precioso poder recordar así a los que ya nos faltan irremediablemente.

  • @kalifaeee5505
    @kalifaeee55058 жыл бұрын

    este ´poema es tan fuerte... cada verso.. tremendo!!!

  • @marial2525
    @marial25258 жыл бұрын

    yo te amo Benjamin. Amo tus poemas llegan a lo mas profundo de mi ser, no me canso de escucharlos

  • @jeanrojas2364

    @jeanrojas2364

    5 жыл бұрын

    Y yo te amo a ti

  • @luispablonunez3316
    @luispablonunez33167 ай бұрын

    Tuvimos la suerte de escuchar a Benjamín Prado en directo en el recital que dio el 19 de septiembre de 2023 en el Cuarto Real de Santo Domingo de Granada: fue especialmente emotivo el poema "País": kzread.info/dash/bejne/ZqyYwdCDgK3dfLQ.html Este poema, de su libro Paradero desconocido (Visor, 2023), es quizá uno de los mejores de los últimos tiempos (no solo de este poeta), además de ser muy acorde con nuestros días: deberíamos estar orgullosos de ser españoles (sin caer en el nacionalismo): debemos mucho a personas que trabajaron duro y no lo valoramos en su justa valía. Escucha y juzga si es así.

  • @asociacionelalcornocalfonc877
    @asociacionelalcornocalfonc8777 жыл бұрын

    gracias Benjamin por ponernos voz. ..

  • @eneas002
    @eneas0024 жыл бұрын

    No tengo palabras

  • @luismarianofrancomartinez2318
    @luismarianofrancomartinez23184 жыл бұрын

    Qué preciosidad. Sería fantástico ser su amigo.

  • @monika71ful
    @monika71ful3 жыл бұрын

    Lloro 😭😭😭

  • @pablocastaneda3691
    @pablocastaneda36915 жыл бұрын

    Que hermoso poema ❤️

  • @BlasdeLezo33
    @BlasdeLezo336 жыл бұрын

    Apocaliptico Benjamín. Grandioso poema

  • @leticiamontiel3513
    @leticiamontiel35133 жыл бұрын

    E siente ese vacío q no se puede reemplazar. Muy sentido poema

  • @ismenacalderon1587

    @ismenacalderon1587

    2 жыл бұрын

    Amo la poesía ella me ayuda a soportar la vida espero que a ti también desde Perú Sud América

  • @glezmooncharlesaivan
    @glezmooncharlesaivan4 жыл бұрын

    ...gracias...

  • @aragones9134
    @aragones91343 жыл бұрын

    -Eres su viva imagen, Me decían sin sospechar entonces que esas cuatro palabras iban a ser ahora mi condena. No tengo dónde huir, dónde esconderme: sus ojos están dentro de mis ojos; su apellido en el mío como el nombre de un barco en el fondo del mar. Lo que ayer fue mi casa, es la guarida de los tiburones. Tú estabas a mi lado y me has visto nadar en ríos de veneno; has visto lágrimas que eran cristales rotos, una lluvia de espinas, cicatrices de agua que cruzaba la piel. Miro su alianza de oro en mi dedo y su rostro tallado sobre el mío, mientas la vida sigue, el aire mueve los árboles o el sol ilumina su casa lo mismo que si no estuviera vacía. El tiempo sólo cura aquello que se puede sustituir y yo no siento nada que no sintiese antes cualquiera en cuyas venas ha bebido la muerte: la grieta de la angustia, la plaga de los verbos en pasado; los recuerdos que buscan su lugar en la vida. Es tan raro saber que no volveré a verla y los demás seguiremos entrando en restaurantes, cines, supermercados, estaciones de tren... Que no volveré a oír su voz pero a las nueve será otra vez la hora de la cena, los fines de semana iré al estadio, mi coche rodará por la autopista que ella escuchaba desde su jardín... Pienso en su dios cruel, el dueño del dolor y la mentira, el cínico dice: -Yo te destruyo para que descanses en paz. Y ojalá fuese cierto lo que nunca he creído y ella viera la soledad que deja, cómo la echo de menos; cuánto me va a faltar; lo que daría por volverla a tener una vez más aquí, un día más, tan sólo. La mía es la tristeza del cobarde que reúne para seguir en pie el valor que no tuvo para ver la caída de aquello que más quiso. No tengo que explicártelo. Tú estabas con nosotros y conoces el dolor sin refugios, las sábanas que acechan el cuerpo del herido; conoces el enjambre feroz de las agujas, las noches que no acaban cuando sale el sol. Quien lo sabía todo de mí se ha llevado el secreto a la tumba, me he convertido en un desconocido: el hombre que perdió el rastro de su sangre; que se ha vuelto una sombra; que no tiene a quién preguntar por él. Ahora que mi madre ya no está -si eso es cierto, si hoy no va a resolver un crucigrama, ni a mirar los concursos de la televisión como todas las tardes; si ha caído en un sueño eterno del que nunca vamos a despertar-, guardaré sus palabras, custodiaré sus huellas; y jamás voy a darla por perdida: la memoria es el margen de error del olvido. Le gustaban la nieve, los gatos, la familia; el fuego, cocinar, los cumpleaños, llorar con las películas románticas; encender velas en las catedrales. Le asustaban los médicos, las llamadas nocturnas, las tormentas, el frío, los reptiles... Antes de las sirenas y las radiografías, el miedo blanco de las ambulancias, sus labios devorados lentamente por la carcoma de las oraciones. Antes de los engaños piadosos, el fuego amigo de las medicinas, el esqueleto abriéndose paso hacia la luz. Cómo puedo escribir lo inexplicable, lo que no tiene nombre, lo que todos callamos porque la vida sigue y junto al cementerio hay tiendas y mercados, jóvenes que adelantan con sus motocicletas a los furgones fúnebres, y avanzamos de espaldas a lo que nos espera y llamamos silencio a todo lo que nadie quiere oír. Le gustaban las fiestas, los océanos y creer que su dios no le daba los golpes sino la fuerza para soportarlos. Temía la vejez y al abandono: pensaba que la forma más triste de marcharse es no tener a alguien que te diga adiós. La imagino en la época en que yo no existía, haciendo cosas que nunca le vi hacer: enamorarse, bailar, romper las reglas, ser feliz; y a veces me pregunto si fue siempre la misma mujer que conocíamos, tuvo tan claras sus obligaciones, dónde estaba su sitio, de qué infiernos no era decente escapar. Le gustaba que habláramos de su salud, del clima, de su infancia en los años de la Guerra Civil. Le asustaban los cambios y las banderas rojas, la libertad y el paso de los días. Antes de la morfina y el delirio, de que fuera quedándose sin caminos de vuelta, sin puentes que cruzar, sin esperanza. No sé cómo explicarlo: los recuerdos te siguen; pero cuando te vuelves, nunca están ahí. Ahora que ya se ha ido, sólo será posible querernos a escondidas, fingir ante los otros que no me habla por dentro, que todo ha terminado entre los dos. Las cosas no se pierden cuando desaparecen, sino cuando las dejas de buscar. Miro su anillo; miro sus fotos y soy yo: puedo ver nuestra cara, nuestras manos... Y eso que era mi orgullo, ahora es mi condena: ser hoy que ya no está su viva imagen, ser su eco, su huella el fantasma de María Ángeles Prado, la mujer de mi vida.

  • @salvadorartalrubio3328
    @salvadorartalrubio33284 жыл бұрын

    i wish u were here