Al comienzo de esta entrega, dedicada a retratar y homenajear a Osvaldo Pugliese, el compositor relata su debut en el café Nacional, en 1939, y explica que no gusta que lo llamen "maestro" porque se siente un trabajador igual que cualquier otro. Luego, el músico Arturo Penón explica la idea de organizarse en cooperativa para evitar la disgregación del grupo cuando Pugliese, su director, fue detenido por razones políticas. A continuación, el cantor Jorge Vidal testimonia cómo se incorporó a la orquesta en 1949, y Pugliese cuenta cómo accedió por primera vez a un piano. Por su parte, el escribano Natalio Etchegaray, amigo del homenajeado, destaca el interés de Pugliese en persistir en el formato de "orquesta típica" y su proyecto de “La casa del Tango”, como albergue y museo. Seguidamente, Lydia Elman, esposa de Pugliese, refiere detalles y anécdotas curiosas de la última gira europea, que incluyó una cumbre musical con Astor Piazzolla en un homenaje de la televisión holandesa. Luego, Alberto Morán relata su época como cantor de la orquesta y los problemas que tuvo Pugliese por su filiación política. Asimismo, el propio Pugliese explica su acercamiento al partido Comunista y su activismo sindical. Su antiguo amigo y dentista, Hilario Guerchicoff, se refiere al origen de su amistad gracias a un dolor de muelas. A su turno, Beba Pugliese, hija del homenajeado, cuenta el despertar de su vocación por la música y la historia del tango "La beba", que su padre le dedicó. Lo propio hace luego su nieta, María Carla, que también estudia música; en tanto que el bandoneonista Rodolfo Mederos relata su arribo a la orquesta de Pugliese. Las palabras finales son de Lydia Elman, quien se emociona al destacar a Osvaldo Pugliese como compañero de vida. En el cierre, se reproduce un archivo con el compositor y su conjunto presentando el tema "La Yumba" en el teatro Colón.
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