En la pasada edición de Nuevo Regadío Forum (#NRF2024), David Vila, director del Ens d'Abastament d'Aigua Ter-Llobregat (ATL), proporcinó una perspectiva detallada sobre los desafíos y soluciones adoptadas en la región para enfrentar la sequía y la emergencia climática. Vila comenzó su intervención resaltando que ATL, como empresa pública de la Generalitat de Catalunya, asumió la gestión directa del suministro de agua en 2018, mediante un decreto ley, con el objetivo de asegurar una administración más sostenible y eficiente del recurso hídrico.
Durante su intervención, David Vila presentó cifras que subrayan la importancia de ATL: los depósitos de agua tratada tienen una capacidad de 915.732 metros cúbicos, y la red de distribución cubre 1,800 km², abasteciendo a 55 millones de habitantes.
El cambio climático impone una presión considerable sobre los recursos disponibles para todas las actividades económicas, especialmente en el regadío. David Vila compartió un análisis DAFO destacando fortalezas y oportunidades, como el desarrollo de infraestructuras como el Canal Segarra-Garrigues, un sector industrial fuerte y una comunidad activa de regantes, esenciales para el crecimiento agrícola y la seguridad hídrica de la región. No obstante, también señaló debilidades y amenazas, como la falta de relevo generacional y los desafíos financieros, que deben abordarse para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Posteriormente, Josep María Serra, jefe de Gestión de Infraestructuras Especiales, centró su intervención en el Canal Segarra-Garrigues. Inició su presentación destacando la situación del #regadío en Cataluña, mostrando un mapa detallado de los regadíos actuales y previstos, e identificando los principales retos, como la disminución de recursos y la necesidad de modernizar sistemas antiguos para mejorar la eficiencia y transparencia en la gestión del agua. Asimismo, enfatizó la promoción de riegos de soporte frente a los de transformación, destacando la importancia de reducir las dotaciones de agua y fomentar una agricultura de calidad y alto valor añadido. «El primer reto es la gestión de recursos, que se prevén menguantes a corto y largo plazo, requiriendo una fuerte inversión en modernización, especialmente en los regadíos antiguos», explicó.
Serra detalló las infraestructuras clave del Canal Segarra-Garrigues, como el embalse de Rialb y la estación de bombeo, y su extensión de 824 km, con capacidad para manejar entre 15 y 35 m³/s. «El canal de Segarra-Garrigues tiene una capacidad de regulación única en España. No opera en régimen fluyente, sino que gestionamos el agua mediante bombeo y obras de regulación», detalló.
En este sentido, Serra subrayó la importancia de la gestión automatizada y la digitalización para mejorar el balance energético y la conservación del medio ambiente, concluyendo que la modernización de regadíos es crucial para los futuros escenarios de gestión hídrica, y que el riego de apoyo se adapta bien al cambio climático.
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