La fiesta de inauguración reunió a más de 100 asistentes procedentes de diversas agencias tecnológicas nacionales, universidades y, como no podía ser de otra manera, fans del videojuego. Katy Sánchez, Social Media & PR Specialist del equipo de IGG con sede en Barcelona, inauguró la velada conduciendo al público por la historia de la producción de Time Princess. Fue Kurt Grötsch, director del MBF, quién defendió el interés del Flamenco por abrirse a las nuevas tecnologías.
En esa noche del jueves, los invitados fueron sorprendidos por una performance en vivo a cargo del relevante pintor flamenco, Gonzalo Conradi, buscando la modernidad de este arte milenario. Como la temática de la muestra indica, el acto no podía acabar de otra forma: jugando. Los invitados participaron en un juego de dinámica social cuyo premio consistía en gozar de una velada en la exclusiva terraza del Hotel Doña María.
El museo se convierte así en la primera organización que lleva el Flamenco hasta el mundo de los videojuegos y pasa a formar parte de la liga de grandes museos europeos seleccionados por Time Princess para ambientar sus aventuras, como el Kunsthistorisches Museum de Viena o el Museo del Louvre de París.