Hemos conseguido parar el desahucio de Alfredo y que le concedan unos días para poder sacar sus pertenencias, y los recuerdos de toda una vida en su casa. Alfredo, con sus 87 años, no está solo, y no lo va a estar. Le vamos ayudar en su mudanza, se han ofrecido compañeros/as ofreciendo sus furgonetas, y vamos a estar todos/as para que se sienta arropado, para que sienta la amistad y el amor de una sociedad que aspira a ser un pueblo digno que no mira para otro lado y lucha frente a las injusticias. El Ayuntamiento, aunque no lo ha hecho del todo bien, le ha conseguido provisionalmente una plaza en la residencia Matías Calvo dentro del protocolo de emergencia social, pero el objetivo es conseguirle una vivienda para él y su hijo que vive con él y lo cuida.
El poder está en la gente cuando toma conciencia, cuando abandona el odio que el poder le inculca a diario para que, mientras nos enfrentamos entre nosotros/a, se mantengan este régimen de injusticias y desigualdades. El poder está en la gente, cuando abandonamos nuestro individualismo egoísta y luchamos juntos/as por nuestras libertades colectivas, por la justicia social, pacíficamente, pero con mucha firmeza, contundencia y dignidad.
Alfredo y su hijo Dani no están solos, y no debería estar sola ninguna persona más que fuese a ser desahuciada en el futuro dentro de este modelo económico criminal pensado para el acopio de riqueza de unos/s pocos/as a costa de crear desigualdades, del sufrimiento de los seres humanos, a costa de la vida.
Comprobar que existen muchas personas con humanidad y dignidad para luchar frente a las injusticias nos hace albergar esperanzas y pensar que podemos ganarle a los discursos del odio y de las desigualdades con las que el poder no enfrenta cada día.
Una sociedad mínimamente saludable no abandona a otros seres humanos, una sociedad decente no abandona ni desahucia a sus mayores, los protege y los respeta. Alfredo no está solo y no lo va a estar frente a este inhumano sistema, estaremos junto a él para devolverle una pequeña dignidad de la que él nos entrega con su ejemplo.
¡SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!
Texto de Jose Manuel Rivero Crujeiras.