Hace un tiempo, un amigo me consultó sobre unos patrones de acompañamiento de parranda de la Costa para el tres. Le comenté que, como lo mío son las bandolas, es con ellas con las que normalmente trabajo ese género.
Nuestra música caribeña (o afro), conserva estrecha relación con otros géneros bailables del Caribe, no obstante a que nosotros aquí, no la explotemos de la misma manera.
Los músicos que nos dedicamos a la música popular venezolana (MPV), hemos tenido que sortear la falta de sistematización e información que existe sobre ella, pues no se estudia ni en conservatorios ni en escuelas de música. Sobre la marcha fuimos inventando estos patrones, mientras desarrollamos a la par nuestra vida profesional.
Tocando parrandas fue que aprendí «como se acompaña con bandola» y quiero aprovechar para compartir la parte intelectual de este asunto, pues podría servirle a otros colegas que se inician en la MPV: Simplemente ideé un «tumbao» a partir del uso de algunas notas del acorde (principalmente las notas «guía»), utilizando un patrón rítmico que se mimetizara con la percusión. En el interín, estuve pendiente de no imitar otras sonoridades caribeñas, con la idea en mente de un «sonido venezolano»
Otro dato: lo más importante aquí es la gozadera. Lo único necesario es sugerir una armonía y generar una atmósfera rítmica sabrosa para que la gente y los músicos gocen. Ese es el reto y no tocar un millón de notas (dejen eso para otro momento).
Sin más, aquí les muestro mi forma de hacerlo, esta vez con una bandola oriental.
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