Las abejas son imprescindibles para el correcto funcionamiento de los ecosistemas. En Olivares Vivos hemos usado a los polinizadores como indicadores para medir la biodiversidad. Además, muchas de las actuaciones que llevamos a cabo han incrementando tanto su abundancia, como la riqueza en sus poblaciones. En los Olivares Vivos, de media y en tan sólo tres años, hay un 47% más de abejas solitarias.