El 26 de abril de 2021, los periodistas David Beriain y Roberto Fraile eran asesinados en Burkina Faso mientras rodaban un documental sobre la protección del medio ambiente y la fauna. Iban con una patrulla integrada por militares, periodistas e instructores cuando una docena de motocicletas y una camioneta llena de hombres armados les asaltaron. Rory Young, irlandés y fundador de la ONG Chengeta Wildlife, que preservaba el medio ambiente en África, también fue asesinado durante el ataque.
David y Roberto, curtidos en el periodismo de guerra, se manchaban los zapatos de barro para buscar historias, acercarse a la realidad y contarla. Alfonso Armada, presidente de Reporteros Sin Fronteras, recuerda una máxima que a Beriain le gustaba repetir: “Ningún reportaje vale la vida de una persona. Valiente y cauto, se metía a fondo en las historias que quería contar. Le añoraremos”. Roberto Lozano, reportero y amigo del alma de Fraile, recordaba unas palabras que sirven de autorretrato de nuestro compañero: “Quiero contar las cosas que ocurren en el mundo. Quiero vivir y contar la historia del tiempo en el que me ha tocado vivir”. A lo que Lozano, añadía conmocionado: “Y lo consiguió”.
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